¿Cómo buscar y encontrar a los inquilinos ideales para tu piso?

¿Cómo puedo buscar y encontrar inquilinos para mi piso?

Alquilar una vivienda es una excelente forma de obtener ingresos extra todos los meses, pero encontrar al inquilino ideal no siempre es una tarea sencilla. El buen inquilino no solo paga puntualmente, también es quien cuida del inmueble y evita conflictos innecesarios.

Ahora que ya estás a punto de dar el paso para poner tu vivienda en alquiler, te explicamos los 10 pasos que debes seguir para dar con el candidato o la candidata perfecta.

1. Define el perfil del inquilino ideal

Antes de empezar a buscar, es fundamental tener claro qué tipo de inquilino se adapta mejor a tu vivienda.

¿Tu inmueble es pequeño y céntrico? Quizá encaje mejor con estudiantes o jóvenes profesionales. ¿Es una vivienda más amplia en un entorno tranquilo? Las familias pueden ser tu mejor opción.

Definir este perfil te permitirá enfocar mejor tu estrategia, eligiendo canales de promoción adecuados y destacando las características que más valoran estos perfiles.

2. Establece un precio competitivo

Teniendo claro el tipo de inquilino o inquilinos que deseas, debes realizar un estudio de mercado para valorar el precio del alquiler.

Algunos de los factores que influirán en ello son la ubicación, el número de planta, la luz natural, el tamaño, el estado de conservación, los equipamientos de la vivienda e incluso los de la comunidad (ascensor, piscina, jardines, etc.). También es posible que tu vivienda esté en una zona tensionada, lo que, en ciertas circunstancias, podría fijar un límite de precio.

Si el piso o la casa está en una zona de libertad de precios, ten en cuenta que, si fijas un alquiler demasiado alto, alejarás a potenciales interesados y tendrás que terminar bajándolo, con la consecuente pérdida de dinero por los días que el piso habrá estado vacío.

Y al revés, si el precio que pides es muy bajo, podrías generar desconfianza o atraer a inquilinos poco comprometidos, sin contar que la rentabilidad que obtendrías sería mucho menor a la que podrías conseguir.

3. Difunde tu anuncio en los canales adecuados

Fijado el precio, y para llegar al mayor número de personas posible, redacta y publica un anuncio atractivo (imágenes de calidad, toda la información posible y relevante, etc.) en portales inmobiliarios o en redes sociales. No olvides enfocar la descripción a tu “inquilino objetivo”: si son familias, indica que la vivienda está cerca de colegios o de parques; si es para estudiantes, que está cerca de la universidad o de X transporte público.

Eso sí, como medida de seguridad, no indiques la dirección exacta de tu vivienda, y jamás de los jamases que se encuentra vacía en ese momento. Esto incluye también no colocar el típico cartel de “Se alquila”: será el mayor reclamo para los okupas y los ladrones.

4. Prepara tu vivienda para impresionar

El estado y aspecto de la vivienda debe parecerse al máximo a como aparece en el anuncio, de lo contrario generarás desconfianza. Y no solo por eso, sino porque una vivienda en buen estado es mucho más atractiva.

Limpia a fondo, repara desperfectos y revisa aspectos como la fontanería, la electricidad o los electrodomésticos. Considera pintar las paredes, si están muy deterioradas, para dar una sensación de amplitud y limpieza, añade pequeños detalles decorativos como cojines, plantas, etc.

Todo esto hará que los potenciales inquilinos se decanten por tu vivienda frente a otras que ya hayan visitado.

5. Organiza visitas presenciales

Con la vivienda ya “como nueva”, y los primeros interesados que se han puesto en contacto contigo (puedes haber hecho una criba previa por teléfono o correo electrónico), es hora de planificar las visitas según tu disponibilidad y la suya.

Durante la visita, destaca los puntos fuertes de la vivienda, pero también escucha atentamente las preguntas que te haga el interesado. Un inquilino que se interesa por los detalles, por mínimos que sean, suele ser alguien que valora el inmueble y se preocuparía por mantenerlo en buen estado.

Una de las preguntas más comunes es quién se hará cargo de pagar los suministros. La ley da libertad al propietario y al inquilino para negociarlo, pero lo más fiable es que los suministros los pague el inquilino, por las razones que te contamos en este artículo.

6. Filtra a los candidatos de forma eficiente

En realidad, “filtrar” a los candidatos es algo que puedes hacer tanto antes como después de que el potencial inquilino haya visto la vivienda. Sin embargo, es normal que algunas personas se muestren reacias a proporcionar información legal sobre ellos sin siquiera haber hecho la visita primero.

Por eso, lo mejor es que, durante la visita, le preguntes por su situación laboral, sus ingresos o el motivo por el que necesita alquilar la vivienda. Esta información, especialmente la laboral y la económica, deberás contrastarla mediante un estudio de solvencia, es decir, solicitarle a posteriori documentos como el contrato de trabajo, la vida laboral, la última renta y la última nómina (al menos) para comprobar si efectivamente tiene capacidad para pagar el alquiler.

De esta forma, podrás descartar a las personas interesadas que consideras que no podrán hacer frente al pago puntual del alquiler, además de aquellas que se niegan a proporcionar esa información o no dejan claro el origen de sus ingresos.

7. Redacta un contrato de alquiler claro y detallado

Cuando hayas elegido al inquilino, el siguiente paso es redactar un contrato de alquiler para proteger tus derechos como propietario (y los suyos como inquilino). Aunque en España es legal alquilar una vivienda con contrato verbal, lo mejor es dejarlo todo por escrito para evitar malentendidos en el futuro.

El contrato no solo deberá indicar cuánto y cuándo se pagará el alquiler, sino también otras cuestiones como la actualización del precio, el pago de los suministros, las reparaciones, los impuestos y las tasas, la posibilidad de subalquilar o de tener mascotas… entre otras muchas.

El inquilino deberá abonar la fianza en el momento de la firma del contrato, una cantidad de dinero que el propietario deberá depositar en el organismo competente de la comunidad autónoma donde se encuentre la vivienda.

8. Realiza un inventario del estado del inmueble

Una vez firmado el contrato, es aconsejable que vuelvas a visitar la vivienda acompañado del inquilino para realizar un inventario del estado y de los equipamientos. Haz fotografías de cada estancia que demuestren las condiciones de paredes, suelos, electrodomésticos y muebles.

Al finalizar el contrato, este inventario servirá como referencia para determinar si se ha producido algún daño que, si es el caso, deba reparar el inquilino.

9. Entrega la documentación y las llaves al inquilino

Ya por último, entrega una copia del contrato de alquiler y del inventario al inquilino, así como la llaves de su nueva residencia.

Como arrendador, debes tener claro que conservas la titularidad de la propiedad de la vivienda, pero no su derecho de uso, que ahora pertenece al inquilino. En otras palabras, deberás respetar la privacidad y la intimidad del inquilino, lo que supone que no podrás entrar a la vivienda o cambiar la cerradura sin su permiso expreso.

10. Confía en especialistas y alquila sin preocupaciones

Acabamos de ver los principales pasos para encontrar al inquilino perfecto, pero sabemos que, en realidad, puede ser un proceso más largo y cansado de lo que parece. La falta de tiempo, el desconocimiento del sector, las prisas… pueden llevarte, de hecho, a escoger al peor inquilino de todos, una situación más común de lo que parece.

Para evitarlo y ahorrarte quebraderos de cabeza, existen plataformas de propietarios de viviendas como Wolo, donde nos ocupamos de todos los pasos para dar con el inquilino ideal para ti, desde la fijación del precio del alquiler y la gestión de visitas hasta la entrega de llaves, pasando por la redacción de un contrato conforme a la ley que proteja tus derechos y la validación de los perfiles de los inquilinos potenciales.

Y no solo eso: también te aseguramos el cobro del alquiler de forma puntual y por tiempo ilimitado, además de hacernos cargo del desahucio si llegara a ser necesario. Todo esto se resume en nuestro servicio de Alquiler Garantizado, una cobertura con más beneficios de los que te ofrece un seguro de impago al uso.

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