Contrato de alquiler temporal: qué es y qué implica para ambas partes
A veces, un inquilino necesita mudarse temporalmente a otra vivienda por motivos personales o laborales. En estos casos, lo que firmará con el propietario no es un contrato de larga estancia, sino un contrato de alquiler temporal, el cual tiene características diferentes del primero.
En este artículo analizamos en qué consiste este tipo de contrato de alquiler, así como las diferencias que tiene con respecto a otros, especialmente el de larga estancia.
¿Qué es un contrato de alquiler temporal?
Un contrato de alquiler temporal es un acuerdo entre propietario e inquilino en el que se cede el uso de una vivienda por un tiempo limitado y con una finalidad distinta a la de residencia habitual.
Su objetivo es cubrir necesidades puntuales, como un traslado laboral, un curso académico, una estancia médica, obras en la vivienda habitual o incluso una temporada concreta en otra ciudad.
Así, el contrato de alquiler temporal se diferencia del:
- Alquiler de vivienda habitual o de larga estancia: destinado para residencia permanente, con una duración de al menos un año.
- Alquiler turístico: destinado al ocio y las vacaciones, con estancias muy cortas y sometido a normativa autonómica más estricta.
¿Qué características tiene un contrato de alquiler temporal?
1. Necesidad de temporalidad justificada
La temporalidad debe estar justificada y recogida en el contrato. No basta con decir que es “temporal”: hay que detallar el motivo (trabajo, estudios, tratamiento médico, traslado provisional, etc.).
Si no se justifica, el contrato podría ser considerado como de vivienda habitual, lo que supone que se aplicarían las prórrogas legales recogidas en los artículos de la LAU.
2. Duración determinada
La duración es otra de las características que más diferencian el contrato temporal de uno de larga estancia. Y es que siempre tiene una fecha de inicio y otra de fin, y no existen prórrogas automáticas como en el de vivienda habitual.
Suelen firmarse para una estancia comprendida entre 32 días y 11 meses, y, al finalizar el plazo, el inquilino debe abandonar la vivienda, a menos que ambas partes acuerden firmar un nuevo contrato.
3. Formalización del contrato
Como en cualquier contrato, el documento debe incluir la información del propietario, del inquilino y de la vivienda, así como otros datos que regularán la relación contractual.
- Datos completos de arrendador y arrendatario: nombre, apellidos y DNI.
- Descripción exacta de la vivienda, su dirección, su estado, mobiliario y enseres incluidos.
- Duración pactada: de 32 a 11 meses como máximo.
- Motivo de la temporalidad: prácticas universitarias, traslado de empresa, curso académico, estancia médica, etc.
- Alquiler: renta, forma de pago, plazos y gastos incluidos o no (agua, luz, internet, comunidad, etc.).
- Cláusulas de uso: prohibiciones de subarrendar, de destinar la vivienda a un fin distinto al pactado o de realizar obras sin consentimiento.
Además, desde el 1 de julio de 2025, existe la obligación de registrar las viviendas destinadas al alquiler por periodos cortos de tiempo, en la llamada Ventanilla Única Digital de Arrendamientos, tal como recoge la nueva ley de alquiler temporal.
4. Fianza y garantías
La fianza mínima legal para contratos temporales es de dos mensualidades, según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
Además, el propietario puede exigir garantías adicionales: aval bancario, depósito extra o seguro de impago, especialmente en contratos de corta duración o cuando la estancia coincide con temporadas de alta demanda.
La fianza se devuelve al finalizar el contrato si la vivienda se entrega en buen estado y no existen deudas pendientes por parte del inquilino.
5. Renovación o prórroga
Es importante saber que los contratos de temporada no se prorrogan automáticamente como sí ocurre con los de vivienda habitual (en ciertas circunstancias). Si las partes desean continuar, deben firmar un nuevo contrato.
Así, el propietario tiene derecho a recuperar la vivienda al finalizar el plazo, y el inquilino debe prever con antelación su salida o renegociar con aquel para evitar quedarse sin alojamiento.
6. Marco legal
El contrato de alquiler temporal está regulado por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), concretamente en el artículo 3, que regula los arrendamientos para uso distinto al de vivienda habitual.
A modo de resumen, hay que recordar que:
- No aplica la prórroga forzosa de 5 o 7 años propia del arrendamiento de vivienda habitual.
- A partir de julio de 2025, será obligatorio registrar estos contratos en el Registro Estatal de Contratos de Alquiler Temporal, y el número de registro deberá aparecer en los anuncios de la vivienda.
- En caso de fraude (ejemplo: simular un contrato temporal para esquivar límites de precios), el inquilino puede reclamar que se aplique la normativa de vivienda habitual.
Obligaciones del arrendador y del arrendatario
Como en todo contrato de alquiler, ambas partes adquieren derechos y obligaciones que deben cumplirse para evitar conflictos:
Obligaciones del arrendador
- Entregar la vivienda en condiciones de habitabilidad y con el mobiliario pactado.
- Garantizar el uso de la vivienda durante toda la duración del contrato.
- Asumir las reparaciones necesarias por desperfectos estructurales, instalaciones esenciales o vicios ocultos que no sean imputables al inquilino.
- Devolver la fianza en el plazo máximo de un mes tras la entrega de llaves, descontando posibles daños o impagos justificados.
Obligaciones del arrendatario
- Pagar la renta en la forma y plazo acordados.
- Utilizar la vivienda solo para el fin pactado (ejemplo: estancia temporal por estudios, no para convertirla en vivienda habitual).
- Cuidar y conservar el inmueble, respondiendo de los daños causados por un mal uso.
- Asumir las pequeñas reparaciones derivadas del desgaste ordinario (bombillas, llaves, grifos, etc.).
- Respetar la duración del contrato, salvo que exista acuerdo para finalizar antes.
Principales desventajas del alquiler temporal frente al de vivienda habitual
Aunque a veces sea necesario firmar este tipo de contrato, y no uno de vivienda habitual, lo cierto es que tiene ciertas desventajas importantes que no tiene el segundo, especialmente para el propietario, como son:
- Mayor rotación de inquilinos: implica más gestión de visitas, contratos, entregas y devoluciones de llaves.
- Más desgaste del inmueble: los inquilinos temporales suelen ser menos cuidadosos con la vivienda, pues solo la necesitarán durante un corto periodo de tiempo.
- Mayor incertidumbre de ingresos: no existe una renta estable y prolongada como en un contrato de 5 años, lo que puede complicar la planificación financiera.
- Riesgo de impugnación: si el contrato temporal se usa para encubrir una residencia habitual, el inquilino puede reclamar la aplicación del régimen de vivienda permanente (con prórrogas obligatorias y posibles sanciones al propietario).
- Mayor carga fiscal: en los alquileres de larga estancia, el propietario puede deducirse el 50% (como mínimo) de la renta anual, pero esto no es posible con los contratos de alquiler temporal, ya que se considera que no satisface la necesidad de vivienda permanente del inquilino.
Por estas razones y por nuestros años de experiencia, en Wolo sabemos que lo más conveniente para el propietario (y su bolsillo y su tranquilidad) son los contratos de alquiler de vivienda habitual: menos gestión, menos desgaste de la vivienda, ingresos constantes y menos impuestos que pagar.
Por eso, les ofrecemos la posibilidad de alquilar su vivienda para larga estancia y nuestro servicio de Alquiler Garantizado, gracias al cual recibirán su dinero puntualmente, sin límite de tiempo y sin esperas innecesarias.
Igualmente, nos ocupamos de encontrar inquilinos solventes, gestionar la documentación, hacer el seguimiento del contrato, informarte de las hipotéticas incidencias y de los costes del desahucio, si llegara a ser necesario.
Si quieres alquilar tu vivienda con la tranquilidad de saber que tu dinero está asegurado pase lo que pase, haz clic en botón y descubrirás por qué somos la agencia inmobiliaria mejor valorada del país.

Responsable de contenidos en Wolo. Nuestro objetivo es ofrecerte información precisa y valiosa sobre el mercado inmobiliario para que puedas tomar decisiones acertadas, en momentos correctos. En Wolo estamos revolucionando el sector inmobiliario, con el compromiso de hacerlo cada vez más cómodo, seguro y transparente para todos. ¡Espero que disfrutes de nuestros artículos!