¿Puede el propietario cambiar la cerradura del piso sin permiso del inquilino?
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En uno de nuestros post ya hablamos sobre la posibilidad que tiene el inquilino de cambiar la cerradura de la vivienda alquilada, incluso sin permiso del propietario. En el artículo de hoy tratamos el caso contrario, es decir, cuando es el propietario quien quiere cambiar la cerradura a pesar de no contar con la aprobación de la persona que reside en la vivienda.
¿Por qué un propietario querría cambiar la cerradura?
Son varias las razones por las que el propietario querría cambiar la cerradura de la vivienda:
- Seguridad: por ejemplo, cuando cambia la puerta si se ha producido un intento de robo o existe una copia de la llave perdida.
- Mantenimiento: cuando la cerradura está defectuosa por antigüedad o ha sido forzada.
- Marcha del inquilino: si termina el contrato de alquiler y el inquilino se marcha, el propietario puede cambiar la cerradura como medida extra de seguridad.
- Impedir el acceso a la vivienda: cuando el cambio de cerradura se hace con la intención expresa de que quien reside en la vivienda no pueda acceder a ella.
En los dos primeros puntos, el inquilino tendrá conocimiento del cambio y lo más normal es que acceda a ello sin ningún problema. En el tercer punto, al estar la vivienda vacía, el propietario tiene libertad plena para cambiar la cerradura si así lo desea.
Sin embargo, el último punto es el que más dudas genera, ya que, siendo el propietario legítimo, tendría derecho a cambiar la cerradura para recuperar su vivienda, ¿no? Nada más lejos de la realidad…
No se puede cambiar la cerradura para impedir el acceso a la vivienda
La persona que reside en una vivienda adquiere ciertos derechos como morador, como es el derecho a la privacidad y a la intimidad, y a no ser desalojado por métodos ilegales. Justamente, cambiar la cerradura de la puerta o cortar los suministros son dos de los métodos más frecuentes, pero no por ello menos ilícitos.
Es importante saber que el morador puede ser otro propietario, un usufructuario, un inquilino o incluso un okupa, todos ellos con derecho a usar la vivienda sin intromisiones, como es cambiar la cerradura para impedirle el acceso.
Así, el propietario deberá interponer la denuncia correspondiente para expulsar de la vivienda al morador ilegítimo, quien, no obstante, seguirá disfrutando de esta condición hasta que se produzca el desahucio.
¿Qué ocurre si el propietario cambia la cerradura sin permiso?
Si, ante un impago del inquilino o una okupación, por ejemplo, el propietario decide cambiar la cerradura, estaría cometiendo un delito de coacciones, recogido en el artículo 172 del Código Penal.
Este delito se entiende como aquellas acciones que persiguen restringir la libertad de una persona o bien doblegar su voluntad, en este caso, impedir que la persona entre en la vivienda o decida abandonarla forzosamente.
Por eso, y a pesar del estrés y la frustración que supone tener un inquilino moroso o un okupa, el propietario debería evitar a toda costa este tipo de acciones que, en el fondo, favorecerán al morador y para el propietario pueden suponer penas de prisión de 6 meses a 3 años, o multas de 12 a 24 meses, según la gravedad de las acciones o los métodos empleados.
¿Puede el propietario acceder a la vivienda si cuenta con una copia de las llaves?
En relación con lo anterior, también puede ocurrir que el propietario quiera acceder a la vivienda sin permiso de la persona que vive en ella. En este caso, y a pesar de ser el dueño legítimo, estaría cometiendo otro delito, que es el de allanamiento de morada, castigado con penas de cárcel que pueden llegar hasta los 4 años.
Pero ¿y si el propietario quiere entrar a la vivienda para enseñarla a un próximo inquilino? Para evitar que el inquilino actual le niegue el acceso, el contrato de alquiler debe incluir una cláusula que le permita acceder a la vivienda, siempre y cuando avise al inquilino con la antelación suficiente (entre 24 y 48 horas).
Wolo, la plataforma inmobiliaria que se encarga de los desahucios
Ya sea por un inquilino que ha dejado de pagar o por un okupa, enfrentarse a un proceso de desahucio es una de las cosas más estresantes y extenuantes para los propietarios de vivienda.
Por eso, en Wolo ofrecemos a los propietarios un servicio de Alquiler Garantizado que también incluye toda la gestión del proceso de desahucio, desde la interposición de la denuncia hasta el desalojo, lo que puede alargarse hasta casi dos años, según los últimos datos.
Sin embargo, por mucho que dure el proceso de desahucio, y gracias a la cobertura del Alquiler Garantizado, el propietario seguirá cobrando el alquiler puntualmente y mes a mes, sin esperas, carencias ni excusas.
Si eres propietario y tienes miedo a los impagos, alquila tu vivienda con Wolo y déjalo todo en manos de la plataforma de viviendas mejor valorada del país.
¡Hola! Soy Germán Rabellino, responsable de contenidos en Wolo. Nuestro objetivo es ofrecerte información precisa y valiosa sobre el mercado inmobiliario para que puedas tomar decisiones acertadas, en momentos correctos. En Wolo estamos revolucionando el sector inmobiliario, con el compromiso de hacerlo cada vez más cómodo, seguro y transparente para todos. ¡Espero que disfrutes de nuestros artículos!