Los vecinos se quejan del inquilino

Los vecinos se quejan de tu inquilino: ¿qué hacer en estos casos?

Aunque la mayoría de los inquilinos cumplen con sus obligaciones y son modélicos, siempre puede haber algunos que no cumplan con lo firmado en el contrato, entre otras cosas, el respeto de las normas comunitarias y al resto de los vecinos.

Por eso, y aunque no sea un problema tan frecuente, en este post explicamos qué herramientas legales tienes como propietario ante una queja de los vecinos a propósito de tu inquilino.

¿Por qué los vecinos pueden quejarse de tu inquilino?

La Ley de Propiedad Horizontal, en su Artículo 7, prohíbe al inquilino de una vivienda (y al propietario) la realización de actividades molestas, insalubres, peligrosas nocivas o ilegales.

Entre ellas, posiblemente el ruido y los olores sean el principal motivo de queja por parte del vecindario, si bien las constantes entradas y salidas de personas desconocidas también pueden despertar cierto recelo entre los vecinos: serían señal de que el inquilino está llevando a cabo algún tipo de actividad sospechosa.

La situación ante un inquilino problemático debido a estas razones puede ser delicada, pero lo cierto es que el propietario cuenta con un procedimiento legal para requerir al inquilino que se comporte conforme a lo estipulado en la ley y en el contrato de alquiler.

¿Cómo proceder si los vecinos se quejan de tu inquilino?

Aunque la realización de actividades molestas, insalubres, etc., es causa directa de rescisión del contrato de alquiler, lo normal es proceder poco a poco y dejar esta solución para casos de reincidencia o cuando se han agotado todas las demás vías. Así, es recomendable seguir el siguiente procedimiento antes de “romper” directamente con el inquilino.

1. Comprender la fuente de las quejas

Cabe recordar que las razones para quejarse de un inquilino deben ser motivos estipulados en la ley. Por ejemplo, no saludar en las zonas comunes o no ayudar a una persona mayor con las bolsas de la compra no convierten al inquilino en una persona legalmente molesta, solo en alguien, cuando menos, maleducado.

Dicho esto, en este punto se trata de recoger todas las quejas recibidas por los vecinos, para analizar cuáles serían, efectivamente, motivo legal de expulsión de la vivienda. Cuanta más información, más perspectiva y mejor posición tendrás cuando llegue el siguiente paso.

2. Hablar con el inquilino

Reunidas todas las quejas, lo siguiente que debes hacer es hablar con el inquilino, comunicándole el malestar de los vecinos, para darle la oportunidad de explicarse y conocer su punto de vista. Esto debes hacerlo sin caer en subidas de tono ni amenazas verbales; para no enturbiarlo todo, debes adoptar una actitud amistosa.

Así, puede ser que el inquilino ni siquiera sea consciente de que está molestando a los vecinos, por lo que, a veces, con una simple (y tranquila) conversación con él la situación puede solucionarse sin tener que pasar a mayores.

3. Analizar su posterior comportamiento

Una vez que has hablado con el inquilino, si persiste en su comportamiento a pesar de que ya es consciente de las quejas de los vecinos, lo siguiente es notificarle formalmente la situación mediante un burofax.

Este documento, que reviste carácter legal, te será de gran ayuda si finalmente tuvieras que recurrir a la vía del desahucio, ya que demostrará en un eventual juicio que hablaste con el inquilino y que intentaste solucionar la situación por la vía amistosa.

Si el inquilino no recibe el burofax (o si ni siquiera has tratado de mediar amistosamente con él), podría argumentar que nunca ha recibido quejas de los vecinos, lo que podría complicar el proceso de desahucio, si hubiera que llegar a ese extremo.

Para enviarle el burofax, el propietario debe contratar a un abogado encargado de redactarlo, al cual puede adjuntar copia de otras pruebas documentales del comportamiento inapropiado del inquilino: denuncias anteriores ante la policía, imágenes en zonas comunes, etc.

4. Interponer la demanda correspondiente

Si, a pesar de la comunicación formal de las quejas de los vecinos, el inquilino sigue sin entrar en razón y continúa con su comportamiento, no habrá más remedio que interponer una demanda de desahucio.

La demanda debe incluir el burofax enviado y todas las pruebas reunidas, además del contrato de alquiler donde se le prohíbe al inquilino la realización de la actividad motivo de desahucio.

Hecho esto, si efectivamente hay motivos para echar al inquilino y pruebas suficientes que demuestran su actividad nociva para con los vecinos, el juez debería dictar el desahucio de la vivienda, que volvería a manos del propietario.

¿El propietario es responsable del mal comportamiento de su inquilino?

Ya que el propietario de la vivienda sigue teniendo potestad sobre ella (aunque no el uso), la comunidad de propietarios sí puede y debe exigirle que solucione el conflicto con el inquilino molesto.

Para ello, la comunidad, representada por el presidente, informa al propietario de los daños o de las molestias que está causando la persona, con el objetivo de que siga el procedimiento del que antes hemos hablado.

Sin embargo, si el propietario muestra pasividad o indiferencia ante las quejas de los vecinos, y llegados al extremo de interponer una demanda ante la policía (por ruido, por ejemplo), podrían demandar a ambos, tanto al inquilino como al propietario, quien podría ser responsable en última instancia de los actos cometidos por el primero.

Para evitar que lo incluyan en la demanda, con las posibles consecuencias legales (indemnizaciones, etc.), el propietario debe mostrar una actitud responsable y activa, demostrando claramente a la comunidad que ha hecho lo posible por resolver la situación (hablar con el presidente, presentar el burofax…).

¿Qué papel juegan las agencias inmobiliarias en estos conflictos?

Las agencias inmobiliarias pueden ser grandes aliados en estas situaciones, ya que también pueden encargarse de ofrecer al propietario asesoramiento sobre cómo proceder ante quejas de los vecinos.

Así lo hacemos en Wolo, donde, además de contar con un departamento legal para resolver todas las dudas del propietario, también le ofrecemos un servicio de Alquiler Garantizado con el que aseguramos el cobro puntual y sin esperas del alquiler, una indemnización por vandalismo de hasta 3000 € y la gestión y los costes del proceso de desahucio.

Todo ello para que el propietario alquile sin tener que preocuparse por inquilinos problemáticos, morosos ni okupas.

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¿Quién debe pagar el seguro de impago del alquiler?

¿Quién paga el seguro de impago del alquiler?

El seguro de impago es una garantía que cada vez se está poniendo más a la orden del día en el ámbito de los alquileres urbanos. Por un lado, aporta tranquilidad al arrendador y, en muchos casos, facilita el acceso a la vivienda al inquilino.

Pero surge la duda: ¿quién debe asumir el coste de este seguro? Veámoslo en el artículo de esta semana.

¿En qué consiste un seguro de impago del alquiler?

El seguro de impago del alquiler es una póliza pensada para proteger al propietario frente a posibles impagos por parte del inquilino. Al contratar esta póliza, el arrendador se asegura el cobro de las rentas en caso de que el inquilino deje de pagar, ya sea de forma parcial o total.

Además de cubrir las mensualidades, muchos seguros también incluyen servicios complementarios como la defensa legal en procesos de desahucio.

Antes de formalizar la contratación, la aseguradora suele realizar un análisis de solvencia del inquilino para determinar si es apto. Este filtro puede condicionar la selección del arrendatario, por lo que conviene revisar con detalle tanto las condiciones como las garantías que ofrece la póliza al propietario.

El seguro de impago, ¿obligatorio por ley?

A día de hoy, la ley no obliga a contratar un seguro de impago del alquiler. Más bien, forma parte de las garantías adicionales que la Ley de Arrendamientos Urbanos permite al propietario negociar con el inquilino (Artículo 36.5), como el depósito o el aval bancario.

Al no ser obligatorio, sino una libre negociación entre las partes, la legislación tampoco fija quién debe pagar este seguro, por lo que la contratación y el reparto del coste dependerá siempre de lo que ambas partes acuerden al firmar el contrato.

¿Qué ocurre en la práctica?

Aunque no haya una norma clara al respecto, lo habitual es que el propietario contrate y pague el seguro, ya que es quien se beneficia directamente de sus coberturas.

Además, tendría poco sentido que el inquilino contratara y fuese el beneficiario de un seguro que cubriera sus propios impagos: si no paga el alquiler, es probable que tampoco pague el seguro. El beneficiario legal siempre será el propietario de la vivienda.

¿Puede el propietario exigir al inquilino que lo pague?

Además de no ser recomendable por lo dicho antes (el inquilino podría no pagar la póliza), el propietario puede negociar con el inquilino que sea él quien pague el seguro, pero no puede exigirlo. En caso de que vaya a ser el inquilino la persona que abone el seguro, se debe incluir el coste dentro del importe mensual o como un pago anual aparte.

Por otro lado, también hay propietarios (o, más bien, aseguradoras) que, aunque no obligan al inquilino a pagarlo, sí lo obligan a reunir ciertos requisitos para que la entidad aseguradora lo acepte: contrato indefinido, antigüedad laboral, ingresos mínimos, etc.

¿Es legal repercutir el seguro de impago al inquilino?

Es legal siempre que haya acuerdo previo y no se vulnere la Ley de Arrendamientos Urbanos. Pero, si se impone el pago sin negociación o sin incluirlo en el contrato, el inquilino podría considerarlo una cláusula abusiva y, por tanto, quedaría nula.

¿Cuánto cuesta el seguro de impago?

Como dijimos en nuestro artículo sobre el precio del seguro de impago, existen varios factores que determinan el precio de la póliza, como son el alquiler, posibles coberturas adicionales, la solvencia del inquilino y la duración de la cobertura.

Teniendo esto en cuenta, lo normal es que suponga entre un 3% y un 5% del importe anual de la renta, dependiendo de la cobertura por el impago del alquiler.

El Alquiler Garantizado de Wolo, mucho más que un seguro de alquiler

Aunque los seguros de impago de alquiler son una opción conocida, no siempre ofrecen la protección que los propietarios necesitan.

En Wolo, por nuestra experiencia, hemos desarrollado un servicio a medida de las necesidades de los propietarios, que va más allá del seguro de impago tradicional: el Alquiler Garantizado de Wolo.

¿Por qué es mejor el Alquiler Garantizado de Wolo?

  • Cobertura sin límites temporales: a diferencia de los seguros convencionales que cubren entre 6 y 12 meses, nosotros te ofrecemos protección ilimitada durante todo el contrato de arrendamiento. Incluso en casos de desahucio, cubrimos la renta hasta que recuperes tu vivienda.
  • Pago inmediato desde el primer impago: sin periodos de carencia. Con Wolo, si tu inquilino deja de pagar, tú sigues recibiendo el alquiler desde el primer mes de impago, garantizando tus ingresos sin interrupciones.
  • Recuperación de la vivienda más rápida: si el inquilino incumple, iniciamos de inmediato tanto la negociación extrajudicial para recuperar la vivienda de manera voluntaria, así como el proceso judicial paralelo, para que el desahucio no se prolongue más de lo necesario.
  • Cubrimos todos los gastos legales: abogados, tasas judiciales y cualquier gasto relacionado con el desahucio o la recuperación del alquiler están completamente cubiertos por nosotros. Tú no tendrás que desembolsar nada.
  • Protección frente a daños y vandalismo: si tu vivienda sufre algún daño por parte del inquilino, nuestra cobertura incluye los costes derivados del vandalismo para que tu inversión esté siempre protegida.
  • Atención personalizada y constante: no solo te protegemos en los momentos difíciles, también te mantenemos informado en todo momento. Desde la gestión de impagos hasta cualquier cambio en las condiciones del alquiler, te acompañamos en cada etapa del proceso.

Por todo ello, el Alquiler Garantizado de Wolo es mucho más que un simple seguro de impago: es la forma más completa y eficaz de asegurar tu alquiler.

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¿Es 2025 un buen año para comprar una vivienda?

¿Es buen momento para comprar una vivienda en 2025?

Recientemente, publicamos un artículo en el que analizamos si 2025 era un buen año para vender una vivienda, teniendo en cuenta la evolución del mercado y la situación a la que hemos llegado actualmente.

En este artículo trataremos el tema opuesto pero relacionado, es decir, si es el momento indicado para comprar una vivienda o, en cambio, es mejor seguir esperando un año más propicio.

¿Cómo ha evolucionado el mercado en los últimos años?

En los últimos cinco años, el mercado inmobiliario español ha estado marcado por la inestabilidad. Tras la pandemia de 2020, la compraventa se disparó en 2021 y 2022, impulsada por los bajos tipos de interés y el ahorro acumulado.

En 2023, sin embargo, la inflación causada por la guerra en Ucrania y la subida de los tipos hipotecarios frenaron esa euforia. Muchas personas pospusieron su decisión de compra ante la dificultad de acceder a financiación y la incertidumbre económica.

Afortunadamente, la situación ha cambiado. La contención de la inflación, la bajada del Euríbor y la estabilización de los precios han creado un nuevo escenario que favorece al comprador. De hecho, el Euribor ha seguido su tendencia bajista de 2024 y en estos momentos (abril 2025) ha caído prácticamente al 2%.

Comprar vivienda en 2025: ¿por qué puede ser una buena idea?

1. Hipotecas más accesibles

Uno de los grandes frenos en 2023 fueron los tipos hipotecarios elevados. En cambio, en 2025 estamos viendo cómo el Euríbor baja progresivamente, lo que ha provocado que los bancos vuelvan a ofrecer condiciones más competitivas.

Esto significa que puedes acceder a una hipoteca con mejores condiciones que hace solo un año, lo cual influye directamente en tu capacidad de compra a largo plazo.

2. Oferta de viviendas con más margen de negociación

Aunque la oferta de viviendas sigue ajustada en algunas zonas, lo cierto es que muchos propietarios que esperaban vender en 2023 o 2024 han retrasado la operación hasta ahora. Esto ha generado un mayor volumen de viviendas a la venta, y en muchos casos, más predisposición a negociar el precio.

No obstante, a pesar de que la oferta haya incrementado, la construcción de nuevas viviendas sigue sin avanzar al ritmo que se necesitaría para satisfacer completamente la demanda de los compradores.

3. La vivienda sigue siendo una inversión a largo plazo

Al margen de las fluctuaciones del mercado, la vivienda sigue siendo una de las inversiones más estables en el tiempo, especialmente si piensas comprar para vivir o alquilar.

Con las previsiones de revalorización moderada (entre un 3% y 5% anual), quienes compren ahora podrían beneficiarse en el futuro de ese crecimiento del valor del inmueble.

¿Qué tener en cuenta antes de comprar una vivienda?

Antes de lanzarte a la compra de una vivienda en 2025, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:

Evalúa bien tu presupuesto

Ten muy claro tu presupuesto real. No se trata solo de cuánto cuesta la vivienda, sino de cuánto puedes asumir tú realmente.
Lo ideal es contar con al menos un 20% del valor del inmueble ahorrado para la entrada, más un 10% adicional para cubrir los gastos asociados con la compra (impuestos, notaría, registro, gestoría, etc.).

Tener claras tus finanzas evitará que te endeudes por encima de tus posibilidades.

Estudia las opciones hipotecarias

Antes de lanzar a comprar una vivienda, compara distintas ofertas bancarias y analiza cuál se adapta mejor a tu situación: tipo fijo, variable o mixto. Más allá de la cuota mensual, fíjate en indicadores como el TIN (Tipo de Interés Nominal) y la TAE (Tasa Anual Equivalente), que ofrecen una visión más completa del coste real de la hipoteca.

También puedes informarte sobre posibles ayudas o subvenciones si eres joven, es tu primera vivienda o cumples ciertos requisitos.

Prioriza las mejores zonas

La ubicación influye directamente en tu calidadde vida y en la revalorización futura del inmueble. Asegúrate de que la zona esté bien conectada, cuente con servicios esenciales y tenga buenas perspectivas de desarrollo.

Merece la pena visitar el barrio a diferentes horas del día para comprobar el ambiente, el tráfico, el nivel de ruido o incluso la seguridad.

Comprueba el estado y las cargas de la vivienda

No menos importante es el estado legal y técnico de la vivienda. Antes de comprar, conviene solicitar una nota simple al Registro de la Propiedad para confirmar que el inmueble no tiene cargas pendientes, como hipotecas, embargos o problemas urbanísticos.

También es imprescindible que cuente con la cédula de habitabilidad y el certificado energético en regla. Si se trata de una vivienda de segunda mano, valora hacer una revisión técnica para evitar sorpresas con instalaciones eléctricas, humedades o estructuras en mal estado.

Piensa en el objetivo de la compra

Por último, ten muy claro cuál es el propósito de la compra, ya que no es lo mismo comprar para vivir que para invertir.

Si planeas alquilar la vivienda, estudia bien la rentabilidad que puede ofrecer, la demanda en esa zona, el tipo de inquilino al que quieres dirigirte y si la vivienda está en una zona tensionada. Si es para uso propio, valora tu proyecto personal a medio y largo plazo: si vas a formar una familia, si piensas cambiar de ciudad, o si tu situación laboral es estable.

¿Qué impuestos y gastos conlleva comprar una vivienda?

Comprar una casa implica también asumir ciertos gastos e impuestos que no debes pasar por alto:

  • IVA y AJD: si compras una vivienda nueva, pagarás un 10% de IVA más el impuesto de Actos Jurídicos Documentados, el cual oscila entre el 0,5% y el 1,5%, según la comunidad autónoma.
  • Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP): supone entre el 6% y el 10% del valor del inmueble, pero solo se aplica en el caso de comprar una vivienda de segunda mano.
  • Notaría, registro y gestoría: suman entre un 1% y un 2% del precio de la vivienda.
  • Tasación y apertura de hipoteca: son los gastos vinculados a la financiación, que también debes incluir en tu presupuesto.

En resumen: ¿es 2025 un buen año para comprar?

Sí, si cuentas con estabilidad financiera, una buena hipoteca y encuentras una vivienda que encaje contigo, 2025 puede ser un gran año para comprar. Las condiciones están mejorando y, si buscas el asesoramiento adecuado, puedes convertir un momento de incertidumbre para algunos en una oportunidad para ti.

¿Buscas una vivienda o estás valorando comprar para alquilar en el futuro?

En Wolo somos una agencia inmobiliaria online donde te ayudamos a tomar la decisión más segura, y no solo para comprar una vivienda: también si deseas venderla o ponerla en alquiler, todo ello sin comisiones variables ni gastos en letra pequeña.

Ponte en contacto con nosotros y descubrirás por qué somos la plataforma de propietarios de vivienda mejor valorada del país.

¿Es buena idea vender una vivienda en 2025?

¿Es buen momento para vender una vivienda en 2025?

Si te estás planteando vender tu casa, probablemente te estés preguntando si 2025 es un buen momento para hacerlo. La evolución del mercado inmobiliario en los últimos años, junto con las condiciones actuales, puede darte muchas pistas.

Por eso, en este artículo de nuestro blog, analizamos los principales factores para ayudarte a tomar la decisión de vender tu casa en 2025 o, por el contrario, seguir esperando.

Evolución del mercado de compraventa de vivienda en los últimos 5 años

Antes de responder a la pregunta, hay que echar un rápido vistazo a la evolución del mercado de la compraventa de vivienda durante el último lustro.

Tras la incertidumbre generada por la pandemia en 2020, la compraventa de viviendas en España se frenó considerablemente entre 2022 y 2023, sobre todo por la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) a raíz de la inflación causada por la guerra de Ucrania.

Con la inflación ya más contenida tras las medidas tomadas por el BCE, el año 2024 cerró con una estabilización del mercado y señales claras de recuperación: los tipos hipotecarios comenzaron a bajar y la confianza de los compradores mejoró.

Este contexto ha sentado las bases de un 2025 que se presenta como un año bueno para quien esté pensando en vender su vivienda.

La compraventa de viviendas en 2025

Como decimos, las previsiones apuntan a que 2025 va a ser un buen año para vender una vivienda, sobre todo por estos tres motivos:

1. Precios al alza

Se espera una subida moderada del precio de la vivienda de en torno al 3%-5% en grandes ciudades, impulsada por la escasez de oferta y una demanda todavía sólida.

La presión sobre la oferta disponible se ha intensificado, especialmente en zonas urbanas y costeras, donde la oferta ha caído hasta un 40% en algunos casos. Por esto, los propietarios que cuenten con viviendas en grandes núcleos urbanos o en zonas costeras lo tendrían bastante fácil para vender y obtener una alta rentabilidad.

2. Más facilidades hipotecarias

En el lado contrario, es decir, el de los compradores, la bajada progresiva del Euríbor (que está rozando el 2% estos últimos días) ha reactivado la firma de hipotecas, lo que hace que nuevos compradores se animen a dar el paso.

Con un número de compradores creciente, es probable que los propietarios consigan vender sus viviendas en poco tiempo.

3. Perfil del comprador más activo

Los compradores extranjeros y los inversores siguen interesados en adquirir vivienda en España, atraídos por el clima, la rentabilidad del alquiler y la recuperación general del mercado.

También hay mayor movimiento de compradores nacionales que buscan cambiar de residencia, sobre todo en las grandes ciudades.

Por estas tres razones, sí, todo indica que 2025 será un año adecuado para vender tu vivienda, aunque, para que la operación sea exitosa y rentable para ti, deberás seguir los pasos que te explicamos a continuación.

¿Qué hay que hacer para vender con éxito una vivienda en España?

Tasación adecuada

Contar con una valoración profesional es clave para fijar un precio competitivo acorde con el mercado actual. Fijarlo demasiado alto puede alargar la venta, mientras que si es demasiado bajo perderás dinero.

Entre los factores que determinarán el precio de venta de tu vivienda encontramos la ubicación, el año de construcción, la superficie, el estado en que se encuentre y sus servicios.

Preparar la vivienda

Como ocurre con las personas, la primera impresión también cuenta para las viviendas. Una buena presentación de tu vivienda de cara a los posibles compradores suele marcar la diferencia.

Por ejemplo, invertir en pequeñas reformas, una buena limpieza o incluso técnicas de home staging puede aumentar el valor percibido de la casa. De esta forma, y dentro de ciertos límites, te será más fácil negociar con el comprador un precio al alza.

Documentación en regla

Por supuesto, necesitarás tener listos documentos como la escritura de la vivienda, el certificado energético, el IBI al corriente de pago y la cédula de habitabilidad.

Elegir la mejor estrategia de venta

Puedes vender la vivienda por tu cuenta o con el respaldo de una agencia inmobiliaria online, que te ayudará con la difusión del anuncio, la negociación con compradores y todo el procedimiento legal.

¿Qué impuestos se pagan por vender una casa?

Vender una vivienda en España implica asumir una serie de impuestos y gastos que conviene tener en cuenta para calcular el beneficio real de la operación. Son los siguientes:

1. Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)

La ganancia obtenida por la venta tributa en el IRPF como ganancia patrimonial. No obstante, existen exenciones si reinviertes en una vivienda habitual o si no has obtenido beneficio económico de la venta, entre otros.

2. IBI y plusvalía municipal

En un proceso de compraventa, el pago del IBI, el impuesto de bienes inmuebles, se divide proporcionalmente entre el vendedor y el comprador, según la fecha de la transmisión.

Por su parte, la plusvalía municipal es el impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana. Lo cobra el ayuntamiento y varía según el municipio, el tiempo de tenencia de la vivienda y el valor catastral.

3. Gastos notariales y registrales

Aunque normalmente los asume el comprador, si el vendedor ha de cancelar una hipoteca o quiere anticipar trámites, puede tener que asumir parte de estos gastos.

Vende tu vivienda este 2025 sin pagar de más

Vender una vivienda, como acabamos de ver, también supone un desembolso. Un desembolso que puede ser mayor si recurres a agencias inmobiliarias que aplican comisiones variables.

En Wolo no creemos en estas fluctuaciones, por lo que nuestra comisión por vender tu vivienda es fija, sin importar dónde esté ni de qué tipo sea.

Si quieres vender tu vivienda este 2025, aprovechando las buenas condiciones del mercado, nosotros nos ocupamos de todo: tasar la vivienda, crear y difundir un anuncio atractivo para los compradores, gestionar visitas las visitas y cerrar la venta.

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Un año de límite de precios al alquiler en Cataluña: ¿qué ha ocurrido con el mercado?

Un año de límite de precios al alquiler en Cataluña: ¿qué ha ocurrido con el mercado?

Recientemente se ha cumplido un año desde que Cataluña decidió aplicar el índice de precios de alquiler, por el que se fija un precio mínimo y máximo en función de ciertas características de la vivienda.

De hecho, Cataluña fue la primera comunidad autónoma en recurrir a esta medida, con la que pretendía acabar con la tendencia al alza de los precios en las zonas tensionadas y animar a los propietarios a alquilar sus viviendas vacías.

Después de los argumentos a favor y en contra de esta medida, la pregunta ahora es: ¿qué impacto real ha tenido el índice de precios en el mercado del alquiler en este último año? Desde Wolo, le damos respuesta.

Así se aplicó el nuevo índice de precios

El 16 de marzo de 2024, la Generalitat declaró zonas tensionadas de alquiler hasta en 140 municipios de su territorio, esto es, zonas donde era necesario destinar el 30% o más de los ingresos a pagar el alquiler. Poco después, el número de zonas tensionadas abarcaba 271 municipios, lo que incluía a más de 7 millones de personas (Ver la lista de municipios tensionados en Cataluña).

A partir de esta “declaración”, el Gobierno catalán podía establecer el límite de precios, habilitado tras la aprobación de la última ley de vivienda en mayo de 2023. Sin embargo, la medida solo podía aplicarse a los contratos firmados con grandes propietarios y a los nuevos contratos si la vivienda no se había alquilado en los últimos 5 años.

Esto dejaba fuera, por tanto, a los pequeños propietarios que habían tenido alquiladas sus viviendas, quienes sí podían renovar el contrato y mantener el precio por encima del máximo fijado por el índice.

Bajada de precios, según la Generalitat

Según los datos de la Generalitat, la medida hizo que los alquileres bajaran un 3,7% entre el primer y el último trimestre de 2024, un porcentaje que en Barcelona, principal zona tensionada de Cataluña, fue del 6,4%.

Ante estas cifras, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, junto con su homóloga catalana, Sílvia Paneque, celebró el resultado de la medida en una rueda de prensa en la ciudad condal, mientras instaba al resto de presidentes autonómicos a aplicarla cuando el esfuerzo del alquiler suponga entre el 30% y el 50% de los ingresos familiares.

Pero también una bajada de la oferta

La ligera bajada de precios, no obstante, se ha visto empañada, ya que la medida ha reducido la oferta de viviendas en alquiler. Esto se desprende de los datos de Incasol, el organismo donde se depositan las fianzas en Cataluña, que ha visto cómo el número de contratos firmados cayó en todo el territorio autonómico.

Concretamente, entre enero y marzo de 2024 se firmaron 34.503 contratos de alquiler, número que descendió hasta los 29.313 entre abril y junio, y hasta los 27.098 entre julio y septiembre.

Al mismo tiempo, se ha visto cierta “fuga” desde Barcelona, donde más demanda existe, hacia municipios de otras provincias, donde el número de contratos registrados también ha bajado considerablemente.

Entre las posibles explicaciones, propietarios que decidieron vender o mantener vacías sus viviendas al no poder alquilarlas al precio que considerasen oportuno, y ello a pesar de ciertos incentivos fiscales recogidos en la última ley.

Críticas desde la oposición

La medida, impulsada por la coalición PSOE-Sumar, ha recibido críticas de la oposición incluso desde antes de su aprobación. Así, Núñez Feijóo, junto con otros presidentes autonómicos, afirma que la intervención en los precios tendrá por efecto la reducción de la oferta, algo que, un año después, parece haber sido el caso en Cataluña.

En la postura opuesta, es decir, la de Feijóo, la solución al problema pasa únicamente por la inversión, privada y/o pública, en vivienda destinada al alquiler. De esta forma, al aumentar la oferta, los precios se regularían solos, al contar los inquilinos con más opciones que harían a los propietarios revisar sus precios a la baja si quieren seguir siendo “elegibles” en un mercado menos saturado.

La última palabra, en las comunidades autónomas

El acceso a la vivienda en régimen de alquiler ya se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. Sin embargo, la vivienda es incumbencia del Gobierno central, pero no su competencia, que recae en los presidentes autonómicos.

Esto quiere decir que el Ministerio proporciona las herramientas legales que necesitan las comunidades para declarar zonas tensionadas y aplicar el índice de alquiler, pero son las autonomías las que tienen competencia en materia de vivienda.

Así, comunidades autónomas gobernadas por el PP se han opuesto a la medida, e incluso algunas gobernadas por el PSOE siguen sin aplicarla.

Hasta la fecha, fuera de Cataluña, solo País Vasco y Navarra ya han iniciado los trámites para declarar zonas tensionadas en sus territorios.

¿Eres propietario y quieres saber cómo funciona un alquiler en zonas tensionadas? Te lo explicamos en este otro artículo.

¿Cuánto cuesta desahuciar a un inquilino?

¿Cuánto cuesta un desahucio de un inquilino que no paga?

Aunque hay diferentes tipos (o razones) de desahucio, el más habitual suele ser porque el inquilino no paga el alquiler. Pero todos ellos tienen algo en común, y es que existen costes asociados al proceso de desalojo, cuyo importe depende de varios aspectos.

Por eso, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber al respecto por si alguna vez corres la mala suerte de enfrentarte a una situación así.

Tipos de proceso de desahucio

Lo primero que hay que saber es que el propietario puede recurrir a dos tipos de procesos judiciales: el juicio ordinario y el juicio verbal.

Juicio ordinario

El juicio ordinario es el que más trámites conlleva, lo que lo hace más lento y, por tanto, más caro.

Es posible recurrir a este tipo de juicio cuando el motivo de desahucio no es el impago, sino otros como realización de actividades peligrosas en la vivienda, obras sin consentimiento…, en definitiva, cualquier incumplimiento del contrato de alquiler que no tenga que ver con pagos.

Juicio verbal

El verbal es un juicio más rápido, al necesitar menos gestiones, así que es más barato que el juicio ordinario.

En este caso, se puede recurrir a él bien cuando el inquilino no paga la renta o los suministros, o bien cuando no tiene derecho a residir en la vivienda (por lo que, técnicamente, no es un inquilino en sentido jurídico).

Sea cual sea la situación que motiva el desahucio (de las que la ley reconoce), el propietario tendrá derecho a recuperar la vivienda, pero recordamos que debe interponer la denuncia correspondiente y nunca actuar por su cuenta, ya que, si hace lo segundo, podría cometer delitos como la coacción o incluso el allanamiento de morada

Factores que determinan el coste de un desahucio por falta de pago

Dentro de un desahucio por impago (sería, pues, un juicio verbal), podemos mencionar tres factores que afectarán al coste del proceso judicial: el abogado, el procurador y, posiblemente, el cerrajero.

Honorarios del abogado

Para iniciar un proceso de desahucio, el propietario debe contratar a un abogado, que será quien firme la denuncia.

Cada abogado es libre de fijar sus precios según su experiencia, trayectoria o cualquier otro aspecto que considere oportuno, aunque en general los honorarios suelen ir de los 500€ a los 1500€, más IVA.

Además, si el propietario también quiere reclamar al inquilino deudas, lo normal es que el abogado pida entre un 10% y el 20% de la cantidad debida extra a sus honorarios.

Costes del procurador

El procurador es la persona que se encarga de presentar la documentación para el juicio y de informar a todas las partes, es decir, propietario, abogado y juez. A diferencia del abogado, los precios de los procuradores están establecidos por ley atendiendo a ciertos criterios.

Dicho esto, el coste medio de contratar a un procurador para un juicio de desahucio es de 300€, más IVA.

Precio del cerrajero

Al margen del abogado y del procurador, que son gastos obligados, otro gasto frecuente en un proceso de desahucio es la factura del cerrajero por abrir la puerta y cambiar la cerradura, sobre todo cuando el inquilino se ha marchado de la vivienda sin devolver todas las copias de las llaves.

Los precios de los cerrajeros también son libres, pero podemos decir que la media es de unos 130€.

Teniendo en cuenta estos tres factores anteriores, el coste total de un desahucio por impago irá desde los 1000€ hasta los 2500€, aproximadamente, siendo los honorarios del abogado lo que más influirá en el precio final.

¿Cuesta igual un desahucio por impago que uno por precario?

Antes dijimos que los juicios verbales se dan cuando el inquilino deja de pagar, la renta o los suministros, o cuando no tiene derecho a estar en la vivienda, como ocurre con los okupas, exparejas y, en general, cualquier persona que no cuenta con un contrato de alquiler a su nombre.

En el primer caso, se trata de un desahucio por impago, mientras que el segundo será un desahucio por precario. Y, en general, los procesos de desahucio por precario cuestan más que los de impago, ya que son más laboriosos y requieren más gestiones.

¿Quién paga el coste del desahucio?

En principio, el propietario deberá pagar de su bolsillo los costes judiciales que genera la demanda, por ejemplo, entregar una cantidad por adelantado al abogado, más el procurador. Luego, cuando el juez dicte sentencia, pueden darse tres casos:

  • Que autorice al propietario a reclamar los costes del juicio al inquilino, cuando la demanda ha prosperado y el inquilino ha sido condenado a abandonar la vivienda.
  • Que dicte el pago de las costas por separado, cuando el juez tiene dudas o estima de manera parcial la demanda (es decir, el propietario se ha excedido en sus pretensiones).
  • Que obligue al propietario a pagar los costes íntegros, cuando ha desestimado la demanda de desahucio o no procede que el inquilino asuma el coste.

Esto puede resumirse en que el juez condena a quien pierda el juicio a pagar los costes del proceso, a menos que se trate de un “empate”, como decimos en el punto 2.

¿Cómo puede el propietario evitar pagar los costes adelantados del juicio?

Alquilando su vivienda con Wolo, la primera plataforma de propietarios de vivienda en ofrecer un servicio de Alquiler Garantizado.

Además de asegurarle el cobro puntual de la renta aunque el inquilino no pague, también nos ocupamos del proceso de desahucio, desde la presentación de la denuncia hasta el pago de los costes adelantados que ello conlleva. Ah, y seguimos pagándole el alquiler mes a mes hasta que se produzca el lanzamiento y recupere su vivienda.

Gracias a este completo servicio, mucho más ventajoso que cualquier seguro de impago del mercado, ya nos hemos convertido en la plataforma de alquiler y compraventa de viviendas mejor valorada del país.

¿Quieres alquilar tu vivienda sin tener que preocuparte por tu dinero? Alquílala con Wolo y sigue viviendo con tranquilidad.

Retraso en el pago del alquiler: ¿qué hacer en estos casos?

Retraso en el pago del alquiler: ¿qué hacer en estos casos?

Lo más normal es que los contratos de alquiler empiecen el día uno, aunque hay otros que comienzan cualquier otro día. Pero, sea cual sea la fecha de inicio, hay inquilinos que constantemente pagan fuera de plazo, por lo que el propietario no sabe cómo actuar en esta situación.

En este artículo veremos si pagar fuera de plazo es un incumplimiento de contrato, así como las medidas que el propietario puede tomar.

¿Retrasarse en pagar el alquiler es un incumplimiento por parte del inquilino?

El inquilino tiene la obligación no solo de pagar la cantidad acordada, sino también de hacerlo en debida forma y dentro del plazo pactado con el propietario, que suele ser de 5 o 6 días.

Por tanto, sí, si el inquilino se retrasa en el pago aunque solo sea un día, estará incumpliendo el contrato de alquiler, con lo cual el propietario podría iniciar el trámite de desahucio si lo deseara.

También existe la posibilidad de que ambas partes acuerden algún tipo de flexibilidad en el pago del alquiler, por lo que, ante estas situaciones, habrá que comprobar qué dice el contrato. Por ejemplo, se pueden fijar dos meses de impago, y no uno, antes de iniciar los trámites de desalojo.

¿Qué hacer cuando se produce un retraso en el pago del alquiler?

Si se trata de un inquilino que siempre ha pagado religiosamente, y llega un mes en que se retrasa, lo recomendable es hablar amistosamente con él para preguntarle por el motivo y por la fecha en que pagará.

Sin embargo, como acabamos de decir, el propietario está en su pleno derecho de rescindir el contrato al primer día de impago, aunque esta decisión suele tomarse cuando los impagos son recurrentes o se “siente” que el inquilino no va a pagar más y se convertirá en un inquiokupa.

Pero ¿qué ocurre si, mientras el propietario realiza las gestiones pertinentes para expulsar al inquilino, este le paga? Todo dependerá de si el propietario exigió el pago de forma extrajudicial o no, lo que plantea dos casos.

El propietario no envió burofax al inquilino para reclamar la deuda

Si el propietario ha decidido denunciar al inquilino sin haberle enviado antes un burofax, el juez dictará el desahucio siempre que este no pague. No obstante, el Código Civil reconoce al inquilino su derecho a enervar el alquiler, es decir, a satisfacer la deuda y seguir residiendo en la vivienda.

Solo hay dos casos en los que la enervación no es posible:

  • Si el propietario exigió el pago de la deuda con una antelación de al menos 30 días a la fecha de interposición de la demanda y el inquilino no la pagó.
  • Si el inquilino ya ejerció su derecho de enervación con anterioridad, siempre que la falta de pago sea por causas atribuibles a él.

Así, si el inquilino no recibe el burofax por el que se le solicita la deuda, podrá ponerse al día en los pagos y mantener el contrato de alquiler (salvo en las dos excepciones de antes). Lo único que tendrá que pagar a modo de “extra” son las costas del proceso judicial.

El propietario sí envió burofax al inquilino para reclamar la deuda

Esta situación es más problemática y ha generado más de una jurisprudencia.

En principio, el burofax se manda, precisamente, para que el inquilino no pueda enervar la deuda. La contrapartida es que el propietario deberá esperar 30 días antes de recurrir a los tribunales.

Hay que saber que, a pesar de que el inquilino pague, el propietario podrá interponer la demanda de desahucio. Su abogado está obligado por ley a indicar en ella si el inquilino tiene opción o no de enervar la deuda: si se enviaron varios burofax, especificará que no puede enervar; si solo se envió uno, deberá indicar que sí puede hacerlo.

Por su parte, a pesar de que la demanda especifique que no es posible, el inquilino puede pagar la deuda y reclamar la enervación al juez, quien tendrá la última palabra para dictar si el pago de la deuda basta para que siga en la vivienda o, por el contrario, lo desahucia.

¿Qué ocurre si el inquilino vuelve a retrasarse?

En general, un inquilino que se ha “enfrentado” a la justicia y ha estado a punto de perder la vivienda alquilada habrá escarmentado y tendrá presente no volver a retrasarse en el pago. Lo que no aleja por completo la posibilidad de que vuelva a hacerlo.

Efectivamente, propietario e inquilino pueden entrar en un bucle de burofax y pago de la deuda antes de que dé comienzo el proceso de desahucio. En este caso, el propietario puede:

  • No volver a reclamar por burofax e interponer la demanda con posibilidad de enervación. Si el inquilino paga, podrá seguir en la vivienda.
  • Denunciar cuando ha enviado varios burofax y ha habido varios retrasos en el tiempo, sin enervación. Una vez más, y aunque el inquilino satisfaga la deuda, será el juez quien decida si el desahucio procede o no.

La tercera vía que tiene el propietario es, como dijimos más arriba, rescindir el contrato solicitándole al inquilino las mensualidades pendientes. Una vez extinguido, si no abandona la vivienda voluntariamente, deberá solicitar el desahucio del inquilino.

¿Es posible pactar una penalización por retraso en el alquiler?

El propietario puede pactar con el inquilino una penalización en caso de que haya un retraso por su parte. No existe una cantidad determinada para ello, pero el inquilino tendrá derecho a impugnar la cláusula, con lo que será nula. Si no la impugna, quedará vigente.

La mejor manera para cobrar siempre el alquiler

Debido a los plazos legales, y suponiendo que el inquilino termine pagando aun con retraso, siempre habrá días durante los cuales el propietario no cobre el dinero que le pertenece por derecho. A menos que haya alquilado su vivienda con agencias que le ofrezcan alguna forma de alquiler seguro.

En Wolo, somos la primera plataforma de propietarios de viviendas en ofrecerles el Alquiler Garantizado, un servicio único que protege siempre al propietario de los impagos. Y no solo eso.

A diferencia de los seguros de alquiler, nosotros ofrecemos a los propietarios cobertura ilimitada y sin tiempo de espera: recibirán su dinero desde el primer día de impago y sin necesidad de reclamar, ya que nuestro equipo actúa nada más detectar el impago.

Además, también cubrimos al propietario en caso de desahucio (la renta y los gastos judiciales), pagándole todo el tiempo que sea necesario hasta que se produzca el desahucio y recupere la vivienda, algo que no ofrecen los seguros de impago ni avales del tipo que sean.

Si estás pensando alquilar tu vivienda, ya sabes que puedes respaldarte con varias garantías adicionales, pero solo el Alquiler Garantizado de Wolo te protege por completo, pase lo que pase y por tiempo indefinido.

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¿Cómo puedo buscar y encontrar inquilinos para mi piso?

¿Cómo buscar y encontrar a los inquilinos ideales para tu piso?

Alquilar una vivienda es una excelente forma de obtener ingresos extra todos los meses, pero encontrar al inquilino ideal no siempre es una tarea sencilla. El buen inquilino no solo paga puntualmente, también es quien cuida del inmueble y evita conflictos innecesarios.

Ahora que ya estás a punto de dar el paso para poner tu vivienda en alquiler, te explicamos los 10 pasos que debes seguir para dar con el candidato o la candidata perfecta.

1. Define el perfil del inquilino ideal

Antes de empezar a buscar, es fundamental tener claro qué tipo de inquilino se adapta mejor a tu vivienda.

¿Tu inmueble es pequeño y céntrico? Quizá encaje mejor con estudiantes o jóvenes profesionales. ¿Es una vivienda más amplia en un entorno tranquilo? Las familias pueden ser tu mejor opción.

Definir este perfil te permitirá enfocar mejor tu estrategia, eligiendo canales de promoción adecuados y destacando las características que más valoran estos perfiles.

2. Establece un precio competitivo

Teniendo claro el tipo de inquilino o inquilinos que deseas, debes realizar un estudio de mercado para valorar el precio del alquiler.

Algunos de los factores que influirán en ello son la ubicación, el número de planta, la luz natural, el tamaño, el estado de conservación, los equipamientos de la vivienda e incluso los de la comunidad (ascensor, piscina, jardines, etc.). También es posible que tu vivienda esté en una zona tensionada, lo que, en ciertas circunstancias, podría fijar un límite de precio.

Si el piso o la casa está en una zona de libertad de precios, ten en cuenta que, si fijas un alquiler demasiado alto, alejarás a potenciales interesados y tendrás que terminar bajándolo, con la consecuente pérdida de dinero por los días que el piso habrá estado vacío.

Y al revés, si el precio que pides es muy bajo, podrías generar desconfianza o atraer a inquilinos poco comprometidos, sin contar que la rentabilidad que obtendrías sería mucho menor a la que podrías conseguir.

3. Difunde tu anuncio en los canales adecuados

Fijado el precio, y para llegar al mayor número de personas posible, redacta y publica un anuncio atractivo (imágenes de calidad, toda la información posible y relevante, etc.) en portales inmobiliarios o en redes sociales. No olvides enfocar la descripción a tu “inquilino objetivo”: si son familias, indica que la vivienda está cerca de colegios o de parques; si es para estudiantes, que está cerca de la universidad o de X transporte público.

Eso sí, como medida de seguridad, no indiques la dirección exacta de tu vivienda, y jamás de los jamases que se encuentra vacía en ese momento. Esto incluye también no colocar el típico cartel de “Se alquila”: será el mayor reclamo para los okupas y los ladrones.

4. Prepara tu vivienda para impresionar

El estado y aspecto de la vivienda debe parecerse al máximo a como aparece en el anuncio, de lo contrario generarás desconfianza. Y no solo por eso, sino porque una vivienda en buen estado es mucho más atractiva.

Limpia a fondo, repara desperfectos y revisa aspectos como la fontanería, la electricidad o los electrodomésticos. Considera pintar las paredes, si están muy deterioradas, para dar una sensación de amplitud y limpieza, añade pequeños detalles decorativos como cojines, plantas, etc.

Todo esto hará que los potenciales inquilinos se decanten por tu vivienda frente a otras que ya hayan visitado.

5. Organiza visitas presenciales

Con la vivienda ya “como nueva”, y los primeros interesados que se han puesto en contacto contigo (puedes haber hecho una criba previa por teléfono o correo electrónico), es hora de planificar las visitas según tu disponibilidad y la suya.

Durante la visita, destaca los puntos fuertes de la vivienda, pero también escucha atentamente las preguntas que te haga el interesado. Un inquilino que se interesa por los detalles, por mínimos que sean, suele ser alguien que valora el inmueble y se preocuparía por mantenerlo en buen estado.

Una de las preguntas más comunes es quién se hará cargo de pagar los suministros. La ley da libertad al propietario y al inquilino para negociarlo, pero lo más fiable es que los suministros los pague el inquilino, por las razones que te contamos en este artículo.

6. Filtra a los candidatos de forma eficiente

En realidad, “filtrar” a los candidatos es algo que puedes hacer tanto antes como después de que el potencial inquilino haya visto la vivienda. Sin embargo, es normal que algunas personas se muestren reacias a proporcionar información legal sobre ellos sin siquiera haber hecho la visita primero.

Por eso, lo mejor es que, durante la visita, le preguntes por su situación laboral, sus ingresos o el motivo por el que necesita alquilar la vivienda. Esta información, especialmente la laboral y la económica, deberás contrastarla mediante un estudio de solvencia, es decir, solicitarle a posteriori documentos como el contrato de trabajo, la vida laboral, la última renta y la última nómina (al menos) para comprobar si efectivamente tiene capacidad para pagar el alquiler.

De esta forma, podrás descartar a las personas interesadas que consideras que no podrán hacer frente al pago puntual del alquiler, además de aquellas que se niegan a proporcionar esa información o no dejan claro el origen de sus ingresos.

7. Redacta un contrato de alquiler claro y detallado

Cuando hayas elegido al inquilino, el siguiente paso es redactar un contrato de alquiler para proteger tus derechos como propietario (y los suyos como inquilino). Aunque en España es legal alquilar una vivienda con contrato verbal, lo mejor es dejarlo todo por escrito para evitar malentendidos en el futuro.

El contrato no solo deberá indicar cuánto y cuándo se pagará el alquiler, sino también otras cuestiones como la actualización del precio, el pago de los suministros, las reparaciones, los impuestos y las tasas, la posibilidad de subalquilar o de tener mascotas… entre otras muchas.

El inquilino deberá abonar la fianza en el momento de la firma del contrato, una cantidad de dinero que el propietario deberá depositar en el organismo competente de la comunidad autónoma donde se encuentre la vivienda.

8. Realiza un inventario del estado del inmueble

Una vez firmado el contrato, es aconsejable que vuelvas a visitar la vivienda acompañado del inquilino para realizar un inventario del estado y de los equipamientos. Haz fotografías de cada estancia que demuestren las condiciones de paredes, suelos, electrodomésticos y muebles.

Al finalizar el contrato, este inventario servirá como referencia para determinar si se ha producido algún daño que, si es el caso, deba reparar el inquilino.

9. Entrega la documentación y las llaves al inquilino

Ya por último, entrega una copia del contrato de alquiler y del inventario al inquilino, así como la llaves de su nueva residencia.

Como arrendador, debes tener claro que conservas la titularidad de la propiedad de la vivienda, pero no su derecho de uso, que ahora pertenece al inquilino. En otras palabras, deberás respetar la privacidad y la intimidad del inquilino, lo que supone que no podrás entrar a la vivienda o cambiar la cerradura sin su permiso expreso.

10. Confía en especialistas y alquila sin preocupaciones

Acabamos de ver los principales pasos para encontrar al inquilino perfecto, pero sabemos que, en realidad, puede ser un proceso más largo y cansado de lo que parece. La falta de tiempo, el desconocimiento del sector, las prisas… pueden llevarte, de hecho, a escoger al peor inquilino de todos, una situación más común de lo que parece.

Para evitarlo y ahorrarte quebraderos de cabeza, existen plataformas de propietarios de viviendas como Wolo, donde nos ocupamos de todos los pasos para dar con el inquilino ideal para ti, desde la fijación del precio del alquiler y la gestión de visitas hasta la entrega de llaves, pasando por la redacción de un contrato conforme a la ley que proteja tus derechos y la validación de los perfiles de los inquilinos potenciales.

Y no solo eso: también te aseguramos el cobro del alquiler de forma puntual y por tiempo ilimitado, además de hacernos cargo del desahucio si llegara a ser necesario. Todo esto se resume en nuestro servicio de Alquiler Garantizado, una cobertura con más beneficios de los que te ofrece un seguro de impago al uso.

¿Quieres encontrar inquilinos para tu piso y vivir con la tranquilidad de que recibirás tu dinero todos los meses? Entonces haz clic en el botón y descubrirás por qué somos la plataforma de propietarios de vivienda mejor valorada del país.

Formas de ganar dinero extra todos los meses

Cómo obtener ingresos extra: 10 ideas realistas para ganar dinero cada mes

Cuando la situación aprieta y el sueldo no da para todo el mes, ganar un dinero extra puede ayudarnos a hacer que el día 1 se vea menos lejos en el horizonte. Por suerte, hay varias opciones que nos permiten obtener ingresos adicionales de manera fácil, realista y, por supuesto, legal.

De las ideas que proponemos a continuación, unas dan más dinero que otras, algunas suponen más esfuerzo e incluso otras pueden hacerse desde casa. Así que, sigue leyendo y te contamos la más rentable y la más sencilla de todas al final de este post.

1. Vender ropa y objetos que ya no usas

El mercado de segunda mano está en auge: ropa, electrónica, muebles, libros… Vender las pertenencias que ya no usas, además de ayudarte a ganar un dinero extra, también ayuda al planeta, al reducir la necesidad de comprar nuevos productos.

Para ello, clasifica tu ropa, accesorios, electrónica, muebles o libros que estén en buen estado pero que ya no uses, haciendo fotos de calidad y descripciones detalladas de lo que ofreces.

Después, puedes recurrir a plataformas como Vinted, Wallapop o eBay, entre muchas otras, para llegar a potenciales compradores. También tienes la opción de vender productos de segunda mano en mercadillos locales, si prefieres transacciones en persona.

2. Vender tus propios productos hechos a mano

Vender productos de segunda mano es una buena opción para generar ingresos adicionales. Pero, si lo tuyo es la creatividad, también puedes ganar dinero extra creando y vendiendo productos hechos a mano por ti.

Cuadros, velas, macramé, cerámica, ropa, complementos… el abanico de posibilidades es prácticamente infinito.

Cuando hayas decidido qué tipo de producto artesanal vas a crear, puedes usar las plataformas de las que hablamos antes para venderlos.

3. Hacer trabajos freelance o dar clases particulares

Si tienes habilidades en diseño gráfico, redacción, programación, gestión de redes sociales o enseñanza, puedes ofrecer tus servicios de forma independiente y trabajar en tu tiempo libre.

Tienes a tu alcance varias plataformas, como Upwork o Fiverr, si quieres ofrecer servicios digitales, o Superprof, si lo tuyo son las clases particulares. Define bien tus tarifas y tu metodología de trabajo, así encontrarás más rápidamente a los candidatos ideales.

4. Generar ingresos con un blog o canal de YouTube

Relacionado con lo de antes, si tienes conocimientos sobre un tema específico y te gusta compartir contenido, puedes crear un blog o canal de YouTube, y monetizarlo para ganar un dinero desde casa.

Elige un nicho que sea rentable y crea contenido de calidad en tu blog y en tu canal: moda, cine, gastronomía, viajes o simplemente humor. Para llegar a más usuarios, deberás aplicar estrategias de posicionamiento orgánico, como promocionar tu contenido en redes sociales.

Concretamente para el blog, puedes recurrir a Google AdSense o programas de afiliación para monetizar tus visitas.

5. Hacer encuestas y probar productos

Las empresas de investigación de mercado pagan a los consumidores por responder encuestas y probar productos nuevos antes de su lanzamiento.

Para ello, regístrate en plataformas como Toluna, Swagbucks o Testapic, y completa tu perfil con información veraz para recibir encuestas adecuadas a tu perfil.

Hecho esto, realiza encuestas regularmente y prueba productos físicos o digitales para recibir un dinero extra a cambio.

6. Cuidar mascotas o hacer la compra a un tercero

Muchas veces, las personas con agendas muy cargadas o las personas mayores necesitan ayuda para realizar algunas tareas cotidianas, como cuidar de su mascota o incluso hacer la compra.

Por eso, otra forma de obtener un pequeño dinero extra para finales de mes es hacerlas en su lugar. Si eres amante de los animales, tienes aplicaciones como Gudog, que conectan a los dueños de las mascotas con personas que se ofrecen para cuidarlas.

7. Realizar pequeños trabajos y tareas domésticas

Y no solo para cuidar de su mascota o hacer la compra, también muchas personas buscan ayuda para mudanzas, montaje de muebles, pequeñas reparaciones…

Así, puedes pensar en qué tipo de pequeños trabajos se te dan bien y fijar unos precios justos, anunciándote en plataformas tipo JobToday para ofrecer tus servicios a los posibles interesados.

8. Convertirte en conductor de apps de movilidad

¿Tienes coche propio? Si es así, podrías sacarle provecho inscribiéndote en plataformas de transporte privado como Uber o Bolt, y generar un dinero extra al mes.

Solo tienes que registrarte en la aplicación en cuestión y cumplir con los requisitos del vehículo y del conductor. Planifica tus horarios en las horas de mayor demanda para maximizar ganancias.

9. Alquilar tu coche cuando no lo usas

Siguiendo con lo anterior, si tienes un coche que utilizas poco, podrías sacarle rentabilidad alquilándolo por días u horas.

Bien a través de anuncios o directamente mediante aplicaciones especializadas, alquilar tu vehículo también te generará un beneficio económico añadido nada despreciable.

10. Alquilar tu vivienda a un inquilino

Por último, y sin salirnos del alquiler, si eres propietario de una vivienda vacía, alquilarla es, sin duda, la manera más rentable de obtener ingresos todos los meses. Y son varias las razones:

Ingresos altos y constantes

Cuando alquilas tu vivienda, no hablamos de unas pocas decenas de euros. Hablamos de cientos o incluso miles de euros cada mes, dependiendo de dónde y en qué estado se encuentre la vivienda y cuáles sean sus características físicas (superficie, equipamientos, luminosidad, altura, etc.).

Además, puedes desgravar el alquiler en la declaración de la renta.

Rentabilidad pasiva

A diferencia de otras formas de ganar dinero extra, que sí requieren mayor esfuerzo o tiempo, para alquilar un piso lo único que tienes que hacer es asegurarte de que está en condiciones habitables.

Tanto si la inversión es pequeña como considerable, la rentabilidad la tienes asegurada y sin salir de casa, sobre todo en las zonas donde los precios del alquiler son más altos.

Sin dedicación diaria

Si la alquilas, puedes “desentenderte” de la vivienda en cuanto firmes el contrato. Será el propio inquilino quien se ocupe de cuidarla y mantenerla en buen estado (si no es así, puedes quedarte con parte de la fianza o incluso exigirle indemnizaciones, llegado el caso).

Igualmente, puedes recurrir a una agencia inmobiliaria para que se encargue de todas las gestiones y, además, te garantice el cobro del alquiler.

Protección contra okupas y ladrones

Las viviendas vacías de particulares son uno de los principales objetivos de los okupas y de los ladrones.

Sin embargo, si la alquilas, los signos de que está habitada son el mejor disuasorio contra este tipo de personas, quienes se lo pensarán dos veces antes de entrar en ella.

La pregunta ahora sería: ¿qué es mejor, un alquiler vacacional o uno de larga estancia? En este otro artículo descubrirás qué tipo de alquiler te interesa más como propietario.

Si ya tienes decidido que quieres alquilar tu piso, y quieres hacerlo para larga estancia, en Wolo podemos ayudarte en todo el proceso, desde fijar un precio competitivo, publicar un anuncio atractivo y encontrar al mejor inquilino.

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Demanda por daños en una vivienda de alquiler

Daños en la vivienda alquilada: cómo proceder hasta interponer la demanda

Como sabemos, alquilar una vivienda implica una serie de derechos y obligaciones tanto para el propietario como para el inquilino. Este último, además de pagar el alquiler de manera puntual, también tiene otra importante obligación para con el propietario: entregar la vivienda tal y como la encontró al comenzar el contrato de alquiler.

Esto supone realizar las reparaciones necesarias para devolver la vivienda a su estado original, algo que, por desgracia, algunos (muy pocos) inquilinos se niegan a hacer. En estos casos, además de quedarse con la fianza, el propietario podrá interponer una demanda por daños de vivienda. ¿Pero qué pasos se deben seguir para hacerlo?

Te contamos en este artículo todo lo que debes saber como propietario para denunciar a un antiguo inquilino por los desperfectos causados en la vivienda.

¿Qué se consideran daños en la vivienda alquilada?

La Ley de Arrendamientos Urbanos establece que el inquilino tiene la obligación de pagar las pequeñas reparaciones derivadas del uso y desgaste natural de los equipamientos (enchufes, grifos, electrodomésticos, etc.).

Aunque no fija la cantidad máxima exacta de estas reparaciones, la jurisprudencia suele considerar un importe máximo de 120-150 €. Así, si al entregar la vivienda sigue habiendo pequeñas reparaciones por realizar, el inquilino está obligado a hacerse cargo de ellas.

Además, si el inquilino ha realizado obras en la vivienda (para lo que necesita el permiso expreso del propietario), tendrá que revertirlas antes de entregar las llaves, a menos que el propietario decida lo contrario. Y, por cierto, pintar las paredes de otro color o hacer agujeros en ellas sin permiso también es motivo de demanda, llegado el caso.

Por último, lógicamente, también se consideran daños aquellos desperfectos que hayan sido causados de manera dolosa (intencionada), independientemente de cuánto cueste repararlos.

Daños en la vivienda, ¿son todos delito?

Si bien cualquier desperfecto en la vivienda se considera un daño, no todos los daños tienen carácter de delito.

Para que se considere un delito, los daños deberán haber sido causados de manera intencional por parte del inquilino, algo que, no obstante, el propietario tendrá que demostrar.

El carácter o no de delito es importante, ya que el inquilino podría enfrentarse a penas de multa, además de hacerse cargo de las reparaciones.

  • Si los daños superan los 400€, se fijan penas de multa de 6 a 24 meses.
  • Si los daños no superan los 400€, se fijan penas de multa de 1 a 3 meses.

En los supuestos más graves, el inquilino también podría ser condenado a penas de prisión por daños contra la propiedad ajena, pero son casos realmente extremos que no suelen darse en un alquiler.

¿Qué hacer al terminar el contrato de alquiler para detectar desperfectos?

1. Inspeccionar la vivienda

Lo más normal es que el propietario no sepa que existen desperfectos mientras el contrato está vigente. Por ello, cuando finaliza, debe revisar el estado de la vivienda para verificar que se encuentre en las mismas condiciones en que se entregó. Esta revisión debe realizarse antes de devolver la fianza al inquilino.

Para ello, con ayuda de las fotografías que se tomaron (o deberían haberse tomado) antes de entregar la vivienda al inquilino, el propietario podrá acceder al piso y comprobar su estado. Deberá revisar todas las instalaciones y los equipamientos de la vivienda: paredes, suelos, mobiliario, etc. Hay daños que son evidentes, como la rotura de ventanas y de puertas, pero otros son más sutiles, como electrodomésticos que no funcionan.

Si se encuentran desperfectos, el siguiente paso es comunicarse con el inquilino.

2. Comunicación con el inquilino

Si el propietario detecta daños en la vivienda, lo primero que debe hacer es informar al inquilino y pedirle, amistosamente, que se haga cargo de los desperfectos.

Puede hacerlo in situ, si está revisando con él la vivienda, mediante un correo electrónico o, más formal y recomendado (de cara a un posible juicio), mediante un burofax, donde se le dará un plazo de tiempo razonable para que subsane los daños en la vivienda.

Por su parte, el inquilino puede actuar de tres formas: 1) aceptar su responsabilidad y ofrecerse a reparar los daños, 2) negar su responsabilidad alegando que los daños ya existían o, simplemente, 3) no responder al requerimiento, lo que obligará al propietario a tomar otras vías legales.

3. Uso de la fianza para cubrir los daños

La fianza es un depósito entregado por el inquilino al inicio del contrato para cubrir posibles desperfectos o impagos. Si los daños en la vivienda son evidentes y atribuibles al inquilino, el propietario podrá retener parte o la totalidad de la fianza para costear las reparaciones.

Por eso (además de ser ilegal), nunca se debería cobrar la última mensualidad con la fianza: ¿qué pasa si se devuelve al inquilino y los daños en la vivienda se detectan a posteriori?…

Dicho esto, si los desperfectos causados superan el importe de la fianza, y el inquilino se niega a hacerse cargo de ellos o no manifiesta su postura, el propietario estará en su derecho de interponer una demanda por daños en la vivienda alquilada.

4. Reclamar los daños por vía legal (demanda)

Como último recurso, el propietario puede denunciar al inquilino por daños en el piso, para lo cual necesitará recopilar pruebas y aportar cierta documentación: contrato, fotografías del antes y del después, inventario, estimación de las reparaciones y copia del burofax enviado al inquilino.

Para presentar la demanda por daños, el propietario deberá acudir a un abogado especializado para, primero, evaluar la viabilidad del caso. Si es positiva, el abogado interpondrá la demanda contra el inquilino en el juzgado local correspondiente.

Si llega a celebrarse el juicio, siempre que el propietario haya aportado las pruebas suficientes, lo normal es que el juez condene al inquilino a pagar los desperfectos causados más posibles indemnizaciones por perjuicios.

Aunque la ley no fija ningún plazo máximo para interponer esta denuncia, lo más aconsejable es que se haga en los 30 días siguientes a la entrega de llaves.

¿Cómo puede protegerse el propietario de los daños en su vivienda?

Servicios como los seguros de impago o de seguros que cubran daños por vandalismo suelen ser una buena solución para los propietarios que quieran curarse en salud. No obstante, este tipo de servicios suelen cubrir durante un tiempo determinado o hasta cantidades más bien bajas.

Por ello, la mejor solución que existe es el Alquiler Garantizado de Wolo, un servicio con el que el propietario disfrutará de:

  • Pago del alquiler puntual e ilimitado: si el inquilino no paga, en Wolo nos ocupamos de pagar el alquiler al propietario, puntualmente, sin carencias y sin límite de tiempo.
  • Cobertura por desahucio: si llegara a ser necesario, nos hacemos cargo del proceso de desalojo del inquilino, desde la interposición de la demanda hasta de las costas legales del proceso (y sí, seguimos pagándole el alquiler al dueño de la vivienda hasta que se produzca el lanzamiento).
  • Indemnización por vandalismo: además de lo anterior, ofrecemos al propietario hasta 3000 € de indemnización por daños y desperfectos en la vivienda alquilada, una suma más que elevada para hacer las reparaciones necesarias.

¿Eres propietario de un piso que te gustaría alquilar y temes los impagos, los desperfectos o a los okupas? Descubre más sobre nuestro Alquiler Garantizado, alquila tu vivienda con Wolo y sigue viviendo con tranquilidad.