El contrato de arras: lo que debes saber antes de firmar

Dentro de la compraventa de una vivienda, uno de los documentos que suelen firmarse es el contrato de arras. Al hacerlo, el vendedor y el comprador se aseguran la operación antes de formalizar el contrato de compraventa propiamente dicho.

Aunque no es una fórmula especialmente difícil, sí que hay algunos puntos que debes saber tanto si estás pensando en comprar como en vender tu piso o casa. Sigue leyendo, que te contamos todo lo que debes saber sobre el contrato de arras.

¿Qué es un contrato de arras?

El contrato de arras es un documento de carácter privado que firman el vendedor y el comprador de la vivienda como paso previo a la firma del contrato definitivo. Es, digamos, una garantía, un preacuerdo escrito por el que el vendedor se compromete a vender y el comprador, a comprar. De hecho, en caso de que uno u otro decida no realizar la operación final, sufrirá ciertas penalizaciones.

¿Por qué se firma un contrato de arras?

Como es un documento vinculante, las arras de compraventa se firman cuando el vendedor ha encontrado un comprador ideal y el comprador quiere asegurarse de que deje de anunciar la vivienda mientras busca la hipoteca con las mejores condiciones, un trámite que podría alargarse varias semanas.

¿Qué información debe incluir el contrato de arras?

La información mínima que el contrato de arras debe incluir es la siguiente:

  • Datos personales: se deben recoger los datos personales tanto del vendedor como del comprador.
  • Datos de la vivienda: características de la vivienda, dirección, referencia catastral, número de cédula de habitabilidad y cualquier otro documento referido al bien en cuestión.
  • Precio: el precio final por el que el comprador adquirirá la vivienda. Igualmente, hay que incluir de qué gastos se hará cargo el vendedor y de cuáles el comprador (impuestos por venta de vivienda, notaría, agencia, etc.).
  • Señal: la cantidad de dinero que el comprador entrega al vendedor en concepto de arras. Esta cantidad se descontará del precio de venta final.
  • Tiempo: plazo de tiempo máximo en el que se firmará el contrato definitivo de compraventa.
  • Penalizaciones: consecuencias para el vendedor y para el comprador en caso de que finalmente se echen atrás en la operación.
  • Firma: del vendedor y del comprador. En el caso de los matrimonios, según el régimen económico que tengan (gananciales o separación), también será necesaria la firma del cónyuge.

Tipos de contratos de arras

Existen tres tipos de arras: penitenciales, penales y confirmatorias, cada una de ellas con diferentes consecuencias si las partes no formalizan el contrato final.

Arras penitenciales

El contrato de arras penitenciales es el más común, ya que da a las partes la opción de desistir de la compraventa. Con este tipo de arras, si es el vendedor quien desiste, deberá devolver al comprador el doble de la señal, mientras que, si es el comprador, perderá el dinero pagado al vendedor.

Arras penales

Al contrario de las penitenciales, las arras penales sirven para garantizar la operación de compraventa. La parte afectada podrá solicitar una indemnización y exigir el cumplimiento del contrato. Así, además de lo anterior, si quien incumple es el vendedor, deberá devolver la señal; si es el comprador, la perderá.

Arras confirmatorias

Las arras confirmatorias son las que se aplicarán si el contrato no especifica nada al respecto. En este tipo de arras, que también buscan asegurar la venta de la vivienda, el afectado tiene dos opciones: bien exigir el cumplimiento de lo acordado, bien solicitar una indemnización por daños y perjuicios, aunque para ello es necesario interponer una demanda judicial.

¿Cuánto dinero se entrega en un contrato de arras?

La señal que entrega el comprador al vendedor oscila entre el 5% y el 15% del precio total de venta, aunque lo más común es pagar un 10%. Esa cantidad, como antes dijimos, se descontará del precio final, ya que se considera un anticipo.

¿Es obligatorio firmar un contrato de arras?

Al igual que ocurre en otras operaciones, firmar un contrato de arras no es obligatorio, pero sí es lo más recomendable. En general, suele ser el vendedor quien lo pide, pero el comprador también puede solicitarlo.

En cualquier caso, mediante el contrato de arras los dos manifiestan su compromiso de finalizar el contrato de compraventa, mayor o menor según el tipo de arras que decidan acordar.

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No te pierdas...

  • ¿Es buena idea comprar un piso okupado?

    Comprar una vivienda siempre conlleva decisiones importantes, pero, si la propiedad está okupada, entramos en un terreno mucho más delicado.

    Sea cual sea la razón por la que estás pensando en comprar una vivienda okupada, es importante que sepas qué implica comprar un piso con okupas dentro, cómo funciona el proceso legal y qué riesgos o posibles ventajas puede tener.

    ¿Qué significa que un piso esté okupado?

    Primeramente, un piso okupado es aquel en el que una o varias personas han entrado sin tener ningún título legal que les dé derecho a estar allí, ya sea por medio de una okupación ilegal (sin contrato) o por haber permanecido en la vivienda una vez finalizado el contrato de alquiler sin abandonar el inmueble.

    En la okupación, a diferencia del allanamiento de morada, lo que se produce es una usurpación del bien inmueble, es decir, una vivienda físicamente hablando que, en cambio, no es (o ya no es) la residencia habitual de nadie. En estas situaciones, la ley considera que el piso okupado es la vivienda de esas personas hasta que se produzca el desahucio.

    También debes saber que no puedes echar a un okupa por tus propios medios, sino mediante la denuncia correspondiente que inicia el (largo) proceso de desahucio.

    ¿Se puede comprar un piso okupado?

    Sí, es perfectamente legal comprar una vivienda que esté okupada. De hecho, en el mercado inmobiliario cada vez se encuentran más anuncios de este tipo, normalmente a un precio muy por debajo del valor de mercado, ofertas especialmente atractivas para bancos y fondos de inversión.

    Sin embargo, comprar un piso okupado no implica que los okupas desaparezcan automáticamente. Es decir, como comprador, pasas a ser el nuevo propietario, pero también heredas el problema: el inmueble sigue okupado, y deberás iniciar o continuar el proceso legal para recuperarlo si quieres hacer uso de él (vivir, alquilarlo, etc.).

    Comprar un piso okupado: ventajas y desventajas

    Antes de lanzarte a comprar una vivienda okupada, deberías analizar bien sus ventajas y sus desventajas, como son las siguientes:

    Ventajas

    • Precio muy por debajo del valor de mercado: en algunos casos, el descuento puede superar el 30 o 40%.
    • Alta rentabilidad a largo plazo, si se logra recuperar la vivienda y reformarla.
    • Oportunidades puntuales en zonas muy demandadas, donde el acceso a vivienda es limitado.

    Desventajas

    • No puedes usar ni alquilar el piso hasta recuperarlo.
    • Proceso legal largo y costoso, en función del caso.
    • Gastos asociados (abogados, procuradores, posibles daños en el inmueble).
    • Inseguridad jurídica: mientras dure la okupación, no puedes garantizar el estado de la vivienda ni su conservación.
    • Posibilidad de que haya más okupas en el edificio: a veces, es común encontrarse no solo con pisos okupados, sino con todo un bloque, lo que podría hacer que la convivencia fuera difícil una vez recuperada la vivienda.
    • Dificultades para conseguir financiación: muchos bancos no conceden hipotecas para comprar viviendas okupadas, por lo que tendrás que conseguir todo el dinero por tus propios medios.

    Como vemos, un piso okupado puede parecer una oportunidad única por su precio, pero también puede convertirse en una fuente de preocupaciones si no se gestiona bien. Infórmate, consulta con un abogado especializado y evalúa si estás dispuesto a asumir los tiempos y costes necesarios para recuperar la vivienda.

    ¿Cuál es el proceso para comprar una vivienda okupada?

    La verdad es que el proceso de compra de una vivienda con okupas no difiere mucho del “habitual”.

    La única gran diferencia es que este tipo de contratos de compraventa incluyen una cláusula que indica quién se hará cargo de los posibles desperfectos, si el antiguo propietario o el nuevo (aunque en general suele ser el nuevo).

    ¿Qué pasos seguir para recuperar la vivienda?

    El procedimiento varía según el tipo de okupación, pero estos son los pasos generales:

    • Demostrar la propiedad: una vez realizada la compra, deberás aportar la escritura y documentación que acredite que eres el titular registral.
    • Presentar una demanda judicial: tendrás que presentar una demanda de desahucio por precario u otro procedimiento civil en función del caso.
    • Si hay indicios de delito, también se puede interponer una denuncia por usurpación (vía penal), aunque esta vía es más lenta que la anterior.
    • Esperar el procedimiento judicial: los tiempos pueden variar de varios meses a más de un año, dependiendo de la saturación del juzgado, la respuesta de los okupas o si solicitan asistencia jurídica gratuita.
    • Lanzamiento o desalojo: si se aprueba el desahucio, un juzgado dictará una orden de lanzamiento para que se recupere el inmueble.

    Recuerda que siempre puedes negociar con los okupas para que abandonen “voluntariamente” la vivienda, en general, pagándoles cierta suma de dinero. Sin embargo, esta negociación debe hacerse de manera amistosa y sin recurrir a amenazas que, de hecho, podrían considerarse coacciones.

    ¿Merece la pena comprar un piso okupado?

    Por todo lo que hemos visto, la respuesta es que depende.

    Si estás dispuesto a asumir el riesgo, esperar varios meses y afrontar los costes legales, puede convertirse en una inversión rentable. Pero si buscas una vivienda para uso inmediato o no quieres complicaciones, no es la mejor opción.

    En cualquier caso, asesorarte legalmente antes de dar el paso es imprescindible. Comprar sin tener claro el tipo de okupación (incluso si hay menores o personas vulnerables dentro) puede volverse un auténtico quebradero de cabeza.

    Como suele decirse, lo barato sale caro, por lo que el consejo que te damos desde Wolo es que medites con mucha calma la decisión de comprar una vivienda okupada, esté donde esté y cueste lo que cueste.

  • Cómo enseñar un piso para vender: los 5 consejos más prácticos

    Vender un piso no es solo cuestión de publicar unas fotos y esperar llamadas. Si decides enseñar tu vivienda por tu cuenta, hay algo fundamental que debes tener claro: una visita bien gestionada puede ser la clave para cerrar la venta.
    Y no se trata únicamente de abrir la puerta y mostrar habitaciones, sino de saber preparar, presentar y transmitir el valor de tu casa.

    Por eso, en este artículo te damos los 5 consejos más prácticos que te ayudarán a enseñar tu piso con éxito y a aumentar las posibilidades de convencer a los compradores desde el primer minuto.

    1. La importancia de causar una buena primera impresión

    El primer paso para enseñar un piso es prepararlo con mimo. El comprador potencial debe poder imaginarse viviendo en esa casa, así que conviene eliminar todo lo que le impida conectar con el espacio.

    Asegúrate de limpiarlo todo en profundidad: suelos, puertas, ventanas, baño, cocina…

    Además, despersonalizar el ambiente ayuda mucho. Si retiras fotos familiares, recuerdos de viajes o colecciones personales, dejas que la persona vea el piso como un lugar neutro, más fácil de proyectar como propio.

    También es importante ordenar y despejar. Un salón sobrecargado o una habitación con demasiados muebles pueden parecer más pequeños de lo que realmente son. Cuanto más espacio se perciba, mejor.

    La luz natural es otro factor clave. Siempre que sea posible, enseña la vivienda durante el día y con las cortinas abiertas y, si el piso tiene buena orientación, este detalle marcará una gran diferencia en la percepción del comprador.

    2. Elige bien cuándo y cómo enseñar

    El momento de la visita también influye. Siempre que puedas, agenda las visitas en horas de luz y evita momentos de tráfico o ruidos molestos en el entorno. Si es una zona con mucho movimiento, evita los horarios escolares o los fines de semana muy concurridos.

    Y si tienes varias personas interesadas, es mejor que vean el piso por separado. Una visita individual permite observar con tranquilidad, hacer preguntas sin incomodidad y concentrarse en los detalles que le interesan.

    Y muy importante: escucha. Muchas veces, entender lo que busca el comprador es más valioso que solo mencionar todas las cualidades del piso.

    3. Adapta tu discurso al perfil del comprador

    Uno de los errores más comunes al enseñar una vivienda es dar siempre el mismo mensaje, pero no todos los compradores buscan lo mismo. Como hemos dicho antes, hay que escuchar y personalizar el discurso al perfil del comprador.

    Si el visitante es una pareja joven, puede valorar más la cercanía a colegios o parques, mientras que un inversor quizás pregunte por la rentabilidad del alquiler. Saber leer a la persona que tienes delante y adaptar tu discurso a sus intereses demuestra profesionalidad, pero también te permite conectar emocionalmente y destacar lo que esa persona valora.

    4. Sé siempre transparente y sincero

    A la hora de hablar del estado del piso, no escondas defectos. Si hay algo que necesita reparación o mejora, es mejor mencionarlo abiertamente: la sinceridad genera confianza.

    Estas “taras” de la vivienda, aunque debes comunicarlas, puedes suavizarlas destacando los puntos fuertes de la vivienda: cómo está distribuida, si se han hecho reformas recientes, qué tipo de vecinos hay, qué servicios hay cerca o si la finca tiene ascensor, parking o zonas comunes.

    Además, no olvides preparar toda la documentación que pueda ser de interés: el certificado energético, los últimos recibos de IBI, los gastos de comunidad, los planos o incluso los últimos recibos de suministros. Tener esta información a mano transmite seriedad y puede acelerar mucho el proceso de decisión.

    5. Haz un buen seguimiento tras la visita

    Una vez haya terminado la visita, no des por hecho que si el comprador no llama es porque no está interesado. Muchas veces necesita tiempo para pensarlo, o tiene dudas que no se atreve a plantear en el momento.

    Un breve mensaje de seguimiento, al día siguiente, puede marcar la diferencia. Pero no se trata de presionar, sino de mostrar interés y disponibilidad: preguntar si tiene alguna pregunta, si necesita más información o si quiere volver a ver el piso. Este gesto puede reactivar una decisión que estaba en pausa.

    ¿Y si lo deja todo en manos de una agencia?

    Aunque vender un piso por cuenta propia puede parecer una buena forma de ahorrar, la realidad es que contar con una agencia inmobiliaria supone una gran ventaja.

    Efectivamente, las agencias no solo te ayudan a filtrar visitas y evitar pérdidas de tiempo: también saben gestionar las emociones del comprador durante la visita y saben negociar desde la experiencia y la objetividad. Además, se encargan de todos los trámites legales y contractuales, evitando errores que pueden costarte tiempo y dinero.

    Las agencias también disponen de acceso a canales profesionales, portales inmobiliarios y bases de datos que aumentan la visibilidad de tu vivienda. Y lo más importante: saben leer el mercado. Esto significa que te orientarán sobre el precio adecuado, los tiempos de venta realistas y los perfiles de comprador más probables.

    ¿Vender tu piso por tu cuenta o contar con una agencia como Wolo?

    En Wolo nos encargamos de todo el proceso que implica vender tu piso, encontramos comprador en 45 días y solo pagas una comisión reducida si realizamos la venta, sin importar dónde ni cómo sea la vivienda.

    Por tu cuenta Con Wolo
    Atracción de compradores Limitada a portales generalistas Difusión profesional en canales de alta conversión
    Filtrado de visitas Te enfrentas a visitas poco cualificadas Solo acuden compradores realmente interesados
    Argumentario de venta Basado en tu experiencia como propietario Discurso emocional y estratégico adaptado a cada perfil
    Negociación del precio Emocional y con poco margen de maniobra Negociación profesional enfocada en defender tu precio
    Gestión legal y trámites A tu cargo, con riesgo de errores Todo el papeleo y gestión legal está incluido
    Tiempo invertido Alto: llamadas, visitas, seguimiento… Mínimo: Wolo se encarga de todo el proceso
    Probabilidad de venta Depende de tu experiencia Alta, gracias a una estrategia de venta validada

    Si decides enseñar tu piso por tu cuenta, puedes hacerlo bien siguiendo los consejos que antes hemos visto. Pero si lo que buscas es vender rápido, al mejor precio y sin pagar comisiones abusivas, confiar en una agencia como Wolo es, sin duda, la mejor elección. No por nada somos la plataforma de propietarios de vivienda mejor valorada del país.

  • ¿Se puede vender un piso que está puesto como aval?

    Si tienes un piso que pusiste como aval en su día y ahora te estás planteando venderlo, es normal que te entren dudas. ¿Se puede? ¿Te dejarán? ¿Hay alguna forma de hacerlo legalmente?…

    La respuesta corta es sí, se puede vender una vivienda que está como aval, pero, como te contamos en este artículo, no es tan sencillo como vender cualquier otro inmueble.

    ¿Qué significa que una casa esté como aval?

    Cuando una vivienda actúa como aval, significa que se ha usado para garantizar el pago de una deuda (normalmente un préstamo, una hipoteca o incluso una deuda de otra persona).

    En caso de que no se pague lo que se debe, el acreedor puede reclamar esa casa como forma de pago.

    Vender una vivienda con aval: garantía personal y garantía real

    En esta situación, en la que queremos vender nuestra vivienda puesta como aval, tenemos que revisar las condiciones del aval que firmamos. Así, no es lo mismo la garantía personal que la garantía real, dos casos que marcan la diferencia a la hora de vender.

    Garantía personal

    En una garantía personal, el avalista responde ante la deuda contraída por el tercero con todo su patrimonio, tanto presente como futuro. En este tipo de aval, no solo respondemos con nuestra vivienda, sino también con nóminas, otros ingresos que tengamos y cualquier otra propiedad.

    Dicho de otra forma, no existe un bien específico que embargar, llegado el caso, sino todo el patrimonio en su conjunto. Así, si se firma como garante personal, se puede vender la vivienda sin mayor complicación, pues el acreedor contaría con otras “fuentes” de las que cobrar su deuda.

    Garantía real

    Por su parte, en la garantía real, el avalista responde con un bien concreto (la vivienda, normalmente) y no con todo su patrimonio. Es una forma más segura de avalar, pero también tiene un contra: si se quiere vender la vivienda puesta como aval, habrá que venderla con esta carga o cancelarla.

    Esta información, es decir, que una vivienda a la venta es aval de otra, aparece en el Registro de la Propiedad, y es realmente difícil que un comprador quiera adquirirla mientras pese sobre ella un aval: ¿quién compraría un piso sabiendo que el acreedor podría embargarlo ante los impagos de un tercero al que, posiblemente, ni siquiera conozca?…

    ¿En qué casos se puede vender siendo avalista real?

    Si un avalista real (no personal) quiere vender la vivienda, tiene las siguientes maneras de hacerlo:

    1. Cancelar el aval

    En este caso, habrá que hacer los trámites para cancelar oficialmente el aval con el banco, algo nada fácil, por otra parte.

    Para ello, es necesario negociar con la entidad financiera, que suele dar una respuesta negativa ante la posibilidad de perder sus garantías de pago, la vivienda del avalista. Si no acepta, también se puede cancelar el aval mediante la subrogación de la hipoteca, es decir, que la persona que contrató la hipoteca se la lleve a otro banco que no le exija la figura del aval.

    Tanto en el caso de cancelar el aval como en el de subrogar el préstamo (que suelen conllevar gastos asociados), la vivienda volvería a estar libre y se podría vender como cualquier otra.

    2. El banco te da permiso

    Si aún hay deuda pendiente, otra opción es hablar con el banco y pedir su autorización para vender. Si aceptan, normalmente pondrán condiciones, como por ejemplo que parte del dinero de la venta se use para cancelar la deuda o liberar el aval.

    De hecho, en la práctica esto se hace mucho: el comprador paga una parte directamente al banco y el resto al vendedor.

    3. Se sustituye por otro aval

    Por último, en algunos casos, el banco puede aceptar que pongas otro bien como garantía (otro inmueble, parcelas de terreno, etc.) a cambio de liberar la que quieres vender.

    No siempre es posible, ya que la mayoría de la gente no cuenta con más de una propiedad a su nombre, pero es una tercera vía que se puede explorar.

    ¿Cómo se vende una vivienda puesta como aval?

    No existen diferencias mayores a la hora de vender una vivienda “libre” y otra puesta como aval, más allá de la cuestión de la garantía real:

    1. Pide una nota simple en el Registro para ver exactamente qué cargas tiene la casa.
    2. Habla con el banco o acreedor para explicar tu intención de vender y preguntar qué opciones tienes.
    3. Negocia una solución: cancelación anticipada, sustitución del aval o venta con autorización.
    4. Si llegas a un acuerdo, firma un contrato de compraventa condicionado (que dependa de que el banco acepte).
    5. Cuando todo esté en regla, acude al notario para firmar la venta y, si toca, también la cancelación de la carga.
    6. Inscribe la operación en el Registro de la Propiedad para dejarlo todo limpio y legal.

    Consejos si estás pensando en vender tu vivienda

    Como en cualquier operación de compraventa, vender una casa puesta como aval requiere, en primer lugar, paciencia para llevar a cabo todas las gestiones añadidas que supone la situación.

    Por otra parte, y aunque lo normal es que el comprador consulte la información sobre la vivienda en el Registro de la Propiedad, lo mejor es ser claro desde el principio y comunicarle la situación para explorar todas las vías posibles, aun a sabiendas de que es difícil vender mientras no se extinga el aval.

    En último lugar, y ya que a nivel legal es todo un poco más complicado, siempre vendrá bien contar con la ayuda de un gestor o un abogado que te ayude a no dejar cabos sueltos.

    Vende tu vivienda con Wolo y no pagues de más

    Como vemos, la buena noticia es que sí puedes vender una casa que está como aval, pero la clave está en hacerlo bien: con el visto bueno del banco o cancelando la carga antes de vender. Es un proceso delicado, pero no imposible.

    Por ello, en Wolo te ofrecemos un equipo de expertos para ayudarte en el proceso y que consigas vender tu vivienda con la mayor rapidez posible.

    Además, nos ocupamos de todo lo que conlleva la venta (tasación, publicación y difusión del anuncio, visitas…) y nuestra comisión es siempre la misma, esté donde esté la vivienda y tenga las características que tenga.

    Que el aval no te impida vender tu vivienda en las mejores condiciones: ponte en contacto con nosotros y obtén el mayor beneficio posible.

  • ¿Es buen momento para vender una vivienda en 2025?

    Si te estás planteando vender tu casa, probablemente te estés preguntando si 2025 es un buen momento para hacerlo. La evolución del mercado inmobiliario en los últimos años, junto con las condiciones actuales, puede darte muchas pistas.

    Por eso, en este artículo de nuestro blog, analizamos los principales factores para ayudarte a tomar la decisión de vender tu casa en 2025 o, por el contrario, seguir esperando.

    Evolución del mercado de compraventa de vivienda en los últimos 5 años

    Antes de responder a la pregunta, hay que echar un rápido vistazo a la evolución del mercado de la compraventa de vivienda durante el último lustro.

    Tras la incertidumbre generada por la pandemia en 2020, la compraventa de viviendas en España se frenó considerablemente entre 2022 y 2023, sobre todo por la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) a raíz de la inflación causada por la guerra de Ucrania.

    Con la inflación ya más contenida tras las medidas tomadas por el BCE, el año 2024 cerró con una estabilización del mercado y señales claras de recuperación: los tipos hipotecarios comenzaron a bajar y la confianza de los compradores mejoró.

    Este contexto ha sentado las bases de un 2025 que se presenta como un año bueno para quien esté pensando en vender su vivienda.

    La compraventa de viviendas en 2025

    Como decimos, las previsiones apuntan a que 2025 va a ser un buen año para vender una vivienda, sobre todo por estos tres motivos:

    1. Precios al alza

    Se espera una subida moderada del precio de la vivienda de en torno al 3%-5% en grandes ciudades, impulsada por la escasez de oferta y una demanda todavía sólida.

    La presión sobre la oferta disponible se ha intensificado, especialmente en zonas urbanas y costeras, donde la oferta ha caído hasta un 40% en algunos casos. Por esto, los propietarios que cuenten con viviendas en grandes núcleos urbanos o en zonas costeras lo tendrían bastante fácil para vender y obtener una alta rentabilidad.

    2. Más facilidades hipotecarias

    En el lado contrario, es decir, el de los compradores, la bajada progresiva del Euríbor (que está rozando el 2% estos últimos días) ha reactivado la firma de hipotecas, lo que hace que nuevos compradores se animen a dar el paso.

    Con un número de compradores creciente, es probable que los propietarios consigan vender sus viviendas en poco tiempo.

    3. Perfil del comprador más activo

    Los compradores extranjeros y los inversores siguen interesados en adquirir vivienda en España, atraídos por el clima, la rentabilidad del alquiler y la recuperación general del mercado.

    También hay mayor movimiento de compradores nacionales que buscan cambiar de residencia, sobre todo en las grandes ciudades.

    Por estas tres razones, sí, todo indica que 2025 será un año adecuado para vender tu vivienda, aunque, para que la operación sea exitosa y rentable para ti, deberás seguir los pasos que te explicamos a continuación.

    ¿Qué hay que hacer para vender con éxito una vivienda en España?

    Tasación adecuada

    Contar con una valoración profesional es clave para fijar un precio competitivo acorde con el mercado actual. Fijarlo demasiado alto puede alargar la venta, mientras que si es demasiado bajo perderás dinero.

    Entre los factores que determinarán el precio de venta de tu vivienda encontramos la ubicación, el año de construcción, la superficie, el estado en que se encuentre y sus servicios.

    Preparar la vivienda

    Como ocurre con las personas, la primera impresión también cuenta para las viviendas. Una buena presentación de tu vivienda de cara a los posibles compradores suele marcar la diferencia.

    Por ejemplo, invertir en pequeñas reformas, una buena limpieza o incluso técnicas de home staging puede aumentar el valor percibido de la casa. De esta forma, y dentro de ciertos límites, te será más fácil negociar con el comprador un precio al alza.

    Documentación en regla

    Por supuesto, necesitarás tener listos documentos como la escritura de la vivienda, el certificado energético, el IBI al corriente de pago y la cédula de habitabilidad.

    Elegir la mejor estrategia de venta

    Puedes vender la vivienda por tu cuenta o con el respaldo de una agencia inmobiliaria online, que te ayudará con la difusión del anuncio, la negociación con compradores y todo el procedimiento legal.

    ¿Qué impuestos se pagan por vender una casa?

    Vender una vivienda en España implica asumir una serie de impuestos y gastos que conviene tener en cuenta para calcular el beneficio real de la operación. Son los siguientes:

    1. Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)

    La ganancia obtenida por la venta tributa en el IRPF como ganancia patrimonial. No obstante, existen exenciones si reinviertes en una vivienda habitual o si no has obtenido beneficio económico de la venta, entre otros.

    2. IBI y plusvalía municipal

    En un proceso de compraventa, el pago del IBI, el impuesto de bienes inmuebles, se divide proporcionalmente entre el vendedor y el comprador, según la fecha de la transmisión.

    Por su parte, la plusvalía municipal es el impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana. Lo cobra el ayuntamiento y varía según el municipio, el tiempo de tenencia de la vivienda y el valor catastral.

    3. Gastos notariales y registrales

    Aunque normalmente los asume el comprador, si el vendedor ha de cancelar una hipoteca o quiere anticipar trámites, puede tener que asumir parte de estos gastos.

    Vende tu vivienda este 2025 sin pagar de más

    Vender una vivienda, como acabamos de ver, también supone un desembolso. Un desembolso que puede ser mayor si recurres a agencias inmobiliarias que aplican comisiones variables.

    En Wolo no creemos en estas fluctuaciones, por lo que nuestra comisión por vender tu vivienda es fija, sin importar dónde esté ni de qué tipo sea.

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  • ¿Es posible desgravarse la hipoteca en España?

    En España, desgravar la hipoteca puede ser una oportunidad de ahorro, pero no todos los contribuyentes tienen acceso a este beneficio fiscal. En este artículo de nuestro blog te contamos todo lo que necesitas saber sobre cómo y quién puede desgravarse la hipoteca en función de la normativa estatal y autonómica.

    ¿Qué es la deducción por inversión en vivienda habitual?

    La deducción por inversión en vivienda habitual es un incentivo fiscal que permite reducir el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) a quienes cumplan ciertos requisitos. Esta deducción tiene una larga historia en España, pero las normas han cambiado significativamente en los últimos años.

    Desgravarse la hipoteca: solo si compraste la vivienda antes de enero de 2013

    Hasta el 1 de enero de 2013, cualquier persona podía desgravar la hipoteca en su declaración de la renta. Sin embargo, como medida “anti boom inmobiliario”, el Gobierno eliminó esta posibilidad en la normativa estatal, por lo que solo pueden seguir disfrutando de este beneficio fiscal las personas que adquirieron su vivienda antes del 1 de enero de 2013.

    No obstante, hay que saber, por un lado, que se deben cumplir una serie de requisitos para poder desgravar la hipoteca de una vivienda, y, por otro lado, que siempre hay que incluir la hipoteca en la declaración aunque no exista posibilidad de desgravarla.

    ¿Qué requisitos hay que cumplir para desgravar la hipoteca en la renta?

    Además de la fecha de contratación de la hipoteca (antes del 1 de enero de 2013), hay otros dos requisitos necesarios para desgravar el préstamo hipotecario, que son:

    • Debe ser la primera vivienda: es decir, la hipoteca debió solicitarse para comprar una primera vivienda, o residencia habitual. A efectos tributarios, se considera primera vivienda o residencia habitual aquella en la que el contribuyente ha residido, al menos, durante 3 años. Esto deja fuera las segundas residencias y las viviendas que están alquiladas.
    • Debe haberse desgravado desde antes de la fecha límite: es decir, si contrataste una hipoteca para comprar una primera vivienda, pero nunca la incluiste en la declaración, no podrás deducir la hipoteca aunque adquirieras la vivienda antes del 1 de enero de 2013.

    ¿Cuánto se puede desgravar por la hipoteca?

    El régimen transitorio establece que puedes desgravar un 15% de las cantidades destinadas a la adquisición de la vivienda habitual, con un límite de 9040 euros anuales. Esto supone un ahorro máximo de 1356 euros al año.

    Otros gastos desgravables relacionados con la hipoteca

    Siempre que se cumplan todos los requisitos, no solo es posible desgravar las cuotas de la hipoteca, sino otra serie de gastos relacionados con ella, como son:

    • Gastos de escritura de hipoteca y vivienda: notario, registro, gestoría, el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados y el IVA o el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, según corresponda.
    • Gastos de vinculaciones: seguros que contrataste junto con la hipoteca (de vida, por ejemplo). Estas vinculaciones se eliminaron con la última Ley Hipotecaria, es decir, el banco no puede exigirte contratar otros servicios para concederte la hipoteca, pero sí que puedes desgravarlos en caso de que los contrataras en su día.

    Particularidades en Navarra y País Vasco

    Navarra y el País Vasco son dos comunidades con un régimen tributario propio, por lo que ofrecen ciertas bonificaciones al margen de la normativa estatal.

    Así, en el caso de Navarra, la deducción de la hipoteca supone el 15% con una base máxima de 7000 € anuales, en declaración individual, o 15.000 € anuales en declaración conjunta. Sin embargo, solo pueden desgravar la hipoteca quienes contrataran una antes del 1 de enero de 2018.

    Por su parte, en el País Vasco puedes desgravarte hasta el 18% de la hipoteca, pero las deducciones máximas varían según la provincia: 1955 € en Vizcaya, 1530 € en Guipúzcoa y 2300 € en Álava. También puedes deducir los gastos de escritura de compraventa y todos los pagos que hicieras al contado.

    ¿Dónde se incluye la hipoteca en la declaración de la renta?

    La hipoteca, que todo el mundo debe incluir en la declaración se la desgrave o no, se indica en las casillas 547 y 548, dentro de la “Deducción por inversión en vivienda habitual”.

    Recuerda, no obstante, que esto puede cambiar en aquellas comunidades autónomas que sigan contemplando deducciones por hipoteca en determinados casos.

    ¿Tienes más dudas? Contacta con nosotros

    En Wolo, como plataformas de propietarios de viviendas en alquiler y en venta, te informamos de cualquier duda que puedas tener a la hora de adquirir tu nueva vivienda. Al mismo tiempo, te ofrecemos un amplio catálogo de pisos en venta en todo el territorio español.

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  • ¿Se puede comprar y vender un piso en el mismo año?

    Si eres flamante propietario de un piso nuevo y ahora te ves en la necesidad de venderlo, cuando no ha pasado ni un año desde la adquisición, te estarás preguntando si puedes ponerlo en venta o si debes esperar un tiempo determinado.

    Las razones que te llevarán a querer venderlo son varias: cambias de ciudad, la familia aumenta o disminuye, o simplemente has encontrado una opción residencial mucho mejor.

    No te preocupes, en este artículo de nuestro blog te contamos todo lo que debes saber si quieres vender tu piso antes del primer año.

    ¿Es posible vender un piso si no ha pasado un año desde la compra?

    Sí, se puede comprar y vender un piso en el mismo año, no hay ley que lo prohíba. Lo más normal es que esa vivienda aún tenga hipoteca, pero eso tampoco es un impedimento, ya que también es posible vender una vivienda con hipoteca. De hecho, en España, la mayoría de las viviendas que se venden todavía están hipotecadas.

    Sin embargo, al vender un piso antes del primer año, debes tener en cuenta ciertas cuestiones, que vemos a continuación.

    La vivienda no se considerará residencia habitual

    Sin duda, este es el punto más importante a la hora de comprar y vender un piso en el mismo año: Hacienda considerará que esa vivienda no ha sido tu residencia habitual. Para que sea residencia habitual a ojos de la Agencia Tributaria, es necesario que hayan pasado tres años entre la compra y la venta.

    ¿Qué significa esto? Pues que no podrás acogerte a la exención del IRPF por venta de residencia habitual, lo que supone pagar a Hacienda entre un 19% y un 28% en función del margen de ganancia obtenido.

    Hay casos en los que Hacienda puede considerar una vivienda como residencia habitual a pesar de venderla antes de los tres años: matrimonio, divorcio, separación o traslado laboral, situaciones que siempre deberán acreditarse correctamente.

    ¿Cuánto se tributa por la venta de un piso que no ha sido residencia habitual?

    Siempre que hayas obtenido beneficio por la venta, y teniendo en cuenta que al venderla antes de los tres años no ha sido tu residencia habitual, deberás pagar al Fisco un porcentaje de IRPF. Este porcentaje se aplica sobre la ganancia (precio de venta final – precio de compra original), no sobre el importe de la venta.

    Los tramos de IRPF por venta de vivienda son los siguientes:

    • Hasta 6000 € de ganancia: 19%
    • Entre 6000 € y 50.000 € de ganancia: 21%
    • Entre 50.000 € y 200.000 € de ganancia: 23%
    • Entre 200.000 € y 300.000 € de ganancia: 27%
    • Más de 300.000 € de ganancia: 28%

    Por poner un ejemplo, si compraste la vivienda por 100.000 € y la vendes por 150.000 €, tendrás una ganancia de 50.000 €, por lo que deberás pagar a Hacienda el 21% de esos 50.000 €.

    Aparte de por venta de residencia habitual y reinversión en una nueva (no aplicable si vendes el piso antes de los tres primeros años), también se da una exención de IRPF cuando el vendedor tiene más de 65 años y vende su residencia habitual, y cuando se produce una dación en pago.

    ¿Qué ocurre con la hipoteca de la primera vivienda?

    Como en cualquier operación de compraventa de vivienda, lo ideal es primero vender y luego comprar. Sin embargo, esto no siempre es posible, por lo que la hipoteca puente podría ser la mejor opción.

    Este tipo de hipoteca consiste en juntar en una única cuota la hipoteca del piso que quieres vender y la del piso que ya has comprado. La ventaja es que pagarás menos de lo que pagarías con dos hipotecas independientes, pero, por el lado contrario, pagarás más que si solo tuvieras una única hipoteca. Así, cuando vendas el primer piso, podrás cancelar el préstamo original y solo te quedaría la hipoteca de la vivienda comprada.

    Otra opción es traspasar la hipoteca del piso en venta al comprador, siempre que acepte las condiciones y cumpla los requisitos de tu banco. De esta forma, te liberarías del préstamo inicial y podrías solicitar un nueva hipoteca para la compra del nuevo piso.

    Por lo demás, el proceso para vender y comprar un piso en el mismo año no difiere de otros supuestos: estudio de mercado, registro de propiedad, etc.

    ¿Es mejor realizar la compraventa a través de una agencia?

    Contar con una agencia siempre facilita la tarea de vender tu piso, pues son quienes mejor conocen el mercado y el proceso para llevar a cabo la operación. Además, se ocupan de todo desde cero: tasar tu vivienda actual, difundir un anuncio atractivo, encontrar compradores potenciales, asesorarte legalmente…

    Eso es lo que hacemos en Wolo, con el añadido de que no cobramos comisiones que varían según el tipo de vivienda o su ubicación: comisión fija + IVA para todos los inmuebles sin importar cómo sean o dónde estén, es lo más justo.

    Si vendes tu vivienda antes del primer año (o los tres primeros), es probable que tengas que pagar el IRPF, como hemos visto. Pero no tienes por qué pagar, además, comisiones elevadas.

    Vende tu vivienda con Wolo y huye de letras pequeñas, condiciones abusivas y comisiones fluctuantes. Así descubrirás por qué somos la plataforma de propietarios de viviendas en venta y alquiler mejor valorada del país.