¿Por qué el propietario no puede desalojar a un okupa?
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En España, la ley es bastante permisiva con las personas que okupan un inmueble, tanto es así que el propietario no puede expulsarlos por sus propios medios, sino que debe acudir a la policía para interponer la denuncia correspondiente.
Pero ¿por qué no se puede desalojar a un okupa? Esa es la pregunta que vamos a responder en este post de nuestro blog.
Okupar no es lo mismo que allanar
Lo primero que debemos tener claro es que, cuando hablamos de okupación, nos referimos a la persona que accede al interior de un piso vacío con intención de vivir en él. Es decir, un inmueble que no es la vivienda de nadie, como son pisos en construcción o abandonados, pisos embargados propiedad de un banco y pisos vacíos de particulares.
Si la intrusión se produce en un piso o casa que sí es vivienda de alguien (del propietario, del usufructuario, del inquilino, etc.), estaríamos ante un caso de allanamiento de morada, por lo que la policía sí puede actuar inmediatamente para echar al intruso, sin necesidad de orden judicial.
Es importante diferenciar entre la okupación y el allanamiento, ya que el procedimiento para echar al intruso, así como las consecuencias legales para él, son diferentes.
¿Por qué no se puede echar a una persona que okupa un piso vacío?
Cuando el propietario del piso vacío descubre que ha sido okupado, lo primero que le puede pasar por la cabeza es cambiar la cerradura, cortar los suministros o, directamente, usar la fuerza para expulsar a los okupas. Esto se conoce como vía de hecho, es decir, cuando el propietario recurre a medios propios, sin acudir a la policía.
Pues bien, el propietario del piso debería evitar estas acciones, ya que el okupa adquiere tres derechos cuando invade la propiedad:
- Derecho a considerar la propiedad como su morada (vivienda) en el momento en que cambia la cerradura, algo totalmente común en estos casos.
- Derecho a no ser desalojado por vía de hecho, sino mediante una orden judicial, que será emitida cuando el propietario denuncie la situación y se celebre el juicio, proceso que puede alargarse hasta dos años.
- Derecho a que el propietario del inmueble no fuerce la puerta ni corte los suministros con intención de expulsarlos de la vivienda.
Una práctica muy habitual de los okupas es, una vez dentro del piso y cambiada la cerradura, realizar una compra por internet o pedir comida a domicilio como manera de demostrar que efectivamente viven ahí. Otra es meter a varias personas en la vivienda, así se aseguran de que nunca se quede vacía y evitan que el propietario fuerce la puerta para acceder a ella.
¿Qué pasa si el propietario cambia la cerradura, corta los suministros o fuerza la puerta?
Si el propietario de la vivienda cambia la cerradura o corta los suministros con intención de forzar la marcha de los okupas, estaría cometiendo un delito de coacciones (artículo 172 del Código Penal), lo que puede acarrearle multas de 12 a 24 meses o incluso penas de 6 meses a 3 años de prisión, según la gravedad de las acciones.
Por otra parte, y teniendo en cuenta que el piso ahora es la vivienda de los okupas, si el propietario fuerza la cerradura y accede a la vivienda, sería él quien estaría cometiendo un delito de allanamiento de morada y, de hecho, serían los okupas quienes podrían perfectamente llamar a la policía.
Entonces, ¿cómo echar al okupa de la vivienda?
Ante el peligro legal (e incluso físico) que supone intentar expulsar a los okupas por vía de hecho, el propietario cuenta, en la práctica, con tres opciones.
Pagar al okupa para que se vaya
Siempre y cuando lo haga de manera amistosa, nada le impide al propietario negociar con el okupa o los okupas su salida de la vivienda. La cifra dependerá de varios factores, como el número de personas o sus necesidades, pero lo normal es que sean miles de euros.
Acudir a una empresa de desokupación
Las empresas de desokupación cada vez tienen más fama. En muchos casos, de hecho, el propietario paga a este tipo de empresas para que sean ellos quienes negocien con los okupas. Esto supone un gasto más elevado que negociar directamente con los okupas, ya que el propietario deberá pagar a los okupas y los servicios de la empresa.
Sin embargo, nuestra recomendación es no recurrir nunca a este tipo de servicios, ya que se mueven en un marco alegal y es difícil predecir las consecuencias finales para el propietario (si de por medio hay intimidación, violencia, etc.).
Presentar una denuncia ante un juez
A pesar de ser más lenta, es sin duda la solución más confiable para el propietario. Para echar a los okupas, el dueño de la vivienda deberá acudir a la policía y denunciar a los intrusos, para lo que deberá demostrar que la vivienda le pertenece (DNI y escrituras).
Dentro de la vía judicial, hay dos maneras:
- Vía civil: se trata de una demanda civil de desahucio por la que se pide la recuperación inmediata de la vivienda.
- Vía penal: es una demanda por usurpación de bienes inmuebles (término legal para referirse a la okupación). A diferencia de la anterior, esta demanda va dirigida contra los okupas y es más lenta, ya que se debe comprobar la identidad de las personas.
El alquiler de larga temporada, la mejor forma de evitar a los okupas
Hay ciertas maneras de evitar a los okupas, como la instalación de alarmas, dispositivos domóticos o puertas blindadas. Sin embargo, cuando se trata de pisos vacíos de particulares, la mejor forma de evitar la okupación es el alquiler de larga temporada.
Además del beneficio económico y las deducciones fiscales que supone para el propietario, son varias las razones por las que el alquiler es la manera más efectiva de evitar a los okupas:
- El inmueble pasa de ser un piso vacío a la vivienda habitual del inquilino. Es decir, la intrusión sería un allanamiento de morada, un delito castigado con penas de prisión (la okupación solo supone multas y, en los casos más graves, indemnizaciones al propietario).
- La probabilidad de que un piso habitado sea “okupado” es muchísimo más baja. Las señales de que alguien vive en él disuaden a los posibles okupas, quienes conocen perfectamente las consecuencias de cometer un allanamiento de morada.
- El inquilino informa al propietario del estado de la vivienda y de cualquier cosa sospechosa, como intentos de acceder a la vivienda. Esto es muy útil cuando el propietario ni siquiera vive en la misma ciudad.
Alquila tu piso vacío y cobra todos los meses sin falta
En Wolo sabemos que los pisos vacíos de particulares son uno de los principales objetivos de los okupas. Por eso, ofrecemos a los propietarios la opción de alquilarlos de manera segura con nuestro Alquiler Garantizado.
Con este servicio, encontramos al inquilino ideal, el propietario recibe el alquiler pase lo que pase y de manera puntual, y nos ocupamos del proceso de desahucio si, llegado un día, fuera necesario. Además, aunque el inquilino dejara de pagar e iniciáramos el proceso de desahucio, el propietario seguiría cobrando mes a mes hasta que recuperase su vivienda.
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